Así lo marca un estudio de Coninagro, que releva la principales 19 actividades regionales de la Argentina.
Las economías regionales atraviesan un delicado momento en los últimos meses, como consecuencia de una macroeconomía golpeada, la brecha y la falta de competitividad cambiaria, los efectos persistentes de la sequía y la alta volatilidad en los precios y los costos.
Este combo que impacta de lleno en las diferentes producciones de manera transversal, llevó a que 9 de 19 actividades relevadas por Coninagro hoy se encuentren en crisis o con signos de la misma.
Así lo indica el Semáforo de Economías Regionales de junio diseñado por la entidad rural. De esta manera, el informe que lleva las firmas de los economistas Silvina Campos Carles y Enzo Santilli, indicó que del total de las actividades consideradas, cuatro se encuentran en crisis; cinco con signos de crisis; ocho bajo un signo de advertencia por el emplazamiento de sus índices; y solo dos estarían en crecimiento.
El informe indica que “los factores climáticos se observan en los volúmenes de producción y la superficie o stock estimado” y agregó que “la sequía, los granizos y las heladas se llevaron la mitad de la producción”, mientras que, en el aspecto económico, “los precios en pesos al productor están teniendo una alta volatilidad, ya que suben y bajan mucho de un mes a otro, y los costos están estabilizándose luego de que el año pasado crecieran exponencialmente”, aunque lo que más preocupa en estos momentos es la “disponibilidad de insumos” para llevar adelante la producción.
Crisis
Las producciones que hoy se encuentran en crisis, según la entidad rural, son las del algodón, granos, leche y vino y mosto, las cuatro fuertemente golpeadas por las inclemencias climáticas, ya sea por la sequía, las olas de calor, heladas tardías o caída de granizo.
“Los factores climáticos se observan en los volúmenes de producción y la superficie o stock estimado” y agregó que “la sequía, los granizos y las heladas se llevaron la mitad de la producción”
En el caso del algodón, impactado de lleno por la sequía, el volumen cosechado cayó 30%, a lo que se sumó una baja interanual del precio del producto del 47% y un desplome de las exportaciones del 67 por ciento. Algo similar ocurrió con los granos una caída productiva del 32% y una merma en los envíos al exterior del 19 por ciento.
El sector lechero es otra de las economías regionales en crisis. Según marca el informe, “se achicaron los volúmenes producidos en mayo, con precios a la par de la inflación, aunque los costos están cambiando por la falta de reservas”, mientras que la cuarta producción en crisis es la del vino y el mosto, con una caída en las producción del 21% y en las exportación del 14 por ciento.
Las otras actividades que muestran signos de crisis son la de los cítricos dulces, por un derrumbe de la producción (-18%) y de las exportaciones (-47%); forestal, por el declive en los despachos al exterior (-32%); el de la mandioca, por problemas productivos y alta importación; peras y manzanas, por el desplome en el volumen cosechado (-21%); y el del tabaco, por precios por debajo de la inflación y caída de los embarques.
Advertencia
Como se mencionó con anterioridad, son ocho las actividades que se encuentran bajo un signo de advertencia, con la crisis a sus puertas, aunque con índices que todavía no condicionan del todo a los sectores productivos. Estas son el arroz (menor producción, pero con mejoras en la exportación); bovinos (precios muy bajos, aunque con señales positivas en la producción a campo luego de las lluvias); hortalizas (marcada volatilidad de precios, costos y disponibilidad); maní (mejoran las señales del mercado, finalizando una cosecha impactada por la sequía); miel y ovinos (definiendo precios); papas (preocupante volumen cosechado); y porcinos (con costos al alza, pero con un mercado estable).
Bajo este panorama, son solo dos las actividades que muestran signos concretos de crecimiento: por un lado, el sector avícola, que si bien se vio impactado por la gripe aviar, haciendo que sus exportaciones caigan 9%, la producción se mantuvo constante, con un crecimiento del consumo interno y precios acordes a la inflación, mientras que la otra producción con signo positivo es el de la yerba mate, con una marcado crecimiento en el consumo (+7%). (infobae.com)