15 DE AGOSTO: Día de la Asunción de la Virgen María al cielo junto a Jesús.

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Es el momento en que María, la madre de Jesucristo, termina sus días en la tierra y sube al cielo en cuerpo y alma.

El Santoral de la Iglesia Católica reserva para los 15 de agosto una de las celebraciones más queridas y esperadas del cristianismo: el día de la Asunción de la Virgen María. Esto es: el día en que, ya cumplida su misión en la tierra, Dios la llama para que vaya al cielo junto a su hijo Jesucristo. En cuerpo y en alma.

Aunque esta celebración por la madre de Jesucristo se celebra en distintas iglesias del mundo ya desde los años 300 después de que muriera Jesús en la Cruz, recién en 1950 se convirtió oficialmente en la Iglesia Católica en una fiesta ecuménica y basada en doctrina de fe del cristianismo.

Después de varios años de estudiar a través de los Doctores de la Iglesia el pedido de muchos católicos por más de un siglo, el Papa Pío XII proclamó, el 1° de noviembre de 1950, la Asunción de la Virgen María como un dogma de fe (verdad de la que no puede dudarse). Y lo hace basado en la tradición de la Iglesia Católica, los testimonios de la liturgia y de la Biblia, y la creencia en los tiempos apostólicos.

En cuanto a hechos rigurosamente escritos en su momento, no hay referencias a cómo murió la Virgen María ni en los Santos Evangelios ni en cartas de aquella época de la vida de los Apóstoles que acompañaron a Jesús en su calvario. Pero siempre se creyó, en los recuerdos multitudinarios evocando a la madre de Jesús, que ella había subido al cielo en cuerpo y alma. Esto es: que su cuerpo no se había descompuesto en la tumba sino que también había subido al cielo.

En los escritos de época, según consta en la Enciclopedia de la Iglesia Católica, se documenta que fue en el Concilio de Caledonia del año 451 cuando San Juvenal, Obispo de Jerusalén, le hace saber al Emperador Marciano y a Santa Pulqueria, quienes deseaban poseer el cuerpo de la Madre de Dios, que María murió en presencia de todos los Apóstoles, pero que su tumba, cuando fue abierta a pedido de Santo Tomás que llegó al lugar unos días más tarde, fue hallada vacía. Y de esa forma, los apóstoles concluyeron que el cuerpo fue llevado al cielo.

Esa verdad, esparcida de boca en boca desde Jerusalén y Roma a todos los cristianos por más de 2 mil años, es lo que está afirmado en el Dogma de fe establecido por el Papa Pío XII de 1950 en la constitución apostólica Munificentissimus Deus, en lo que se llama Assumptio Beatae Mariae Virginis (Asunción de la Bienaventurada Virgen María).

El Papa Pío XII señala con exactitud de términos la doctrina en 1950 al publicar que (….) “declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».

La Iglesia Católica no declara que esos hechos hayan ocurrido en un determinado día con exactitud ni el lugar donde ocurrió. Y si transparenta la falta de documentos ciertos de aquella época, y detalla cuáles pueden ser más correctos y cuáles son apócrifos. Por caso, se cree que la Asunción de la Virgen (su dormición, como la llamaban los antiguos a la muerte) puede haber ocurrido entre 3 y 7 años posteriores a la muerte de Jesús.

Se cree que la Virgen tenía 72 años entonces, y hay solo dos posibles lugares en que este hecho podría haber ocurrido. En Jerusalén, (que siempre ha reclamado el sitio del acontecimiento como propio) o en Efeso, Asia Menor, donde la Virgen María vivió con San Juan evangelista hasta el final de sus días.

Lo cierto es que de esta celebración de la Asunción de la Virgen hay referencia escrita ya en los años 300 en la liturgia oriental, cuando se celebraba la fiesta de El Recuerdo de María, que conmemoraba su entrada al cielo para encontrarse con su hijo Jesucristo. La fiesta era llamada Dormitio en el siglo VI (o Dormición de María). Y en el siglo VII el nombre pasa de Dormición a Asunción, haciendo referencia directa a su entrada en el Cielo en cuerpo y alma.

Es ese amor por la madre de Jesucristo, que ha sido celebrado por millones de cristianos de todas las iglesias durante 20 siglos (católicos, ortodoxos, ortodoxos orientales, anglicanos), lo que celebra el Santoral cada 15 de agosto. (clarin.com)