A pesar de que la nueva planta fue construida para “solucionar” los problemas de distribución de agua domiciliaria en la localidad, el servicio se mantiene deficiente desde hace meses a raíz de la falta de presión en la red por lo que en estos días de intenso calor “es una odisea contar con el vital líquido”.
“Tenés que instalarte un motorcito y ya no vas a tener problemas” sugirió uno de los operarios del ente distribuidor ante la consulta sobre si habrá solución al inconveniente que causa mucha indignación en los usuarios.
“Pasa que también se debe proveer a través de otra red de aproximadamente 10 km de extensión a Palma Sola y Villa Lucero sumados los transportes cisternas que a diario distribuyen a las familias rurales por lo que el agua no alcanza” justificó.
Estas afirmaciones desnudan la falta de previsión a la hora de encarar la construcción de la planta de tan vital servicio. Si se pretende cubrir las necesidades de tan vasto sector y “el agua no alcanza” es urgente la necesidad de proyectar la construcción de otra planta distribuidora en Villa Lucero o Palma Sola.
En momentos críticos el reservorio ubicado a la vera del estero Chiquichilack sobre camino vecinal a Paso Báez es cargado con agua salada del riacho El Porteño, agua que, según recomendaciones del IPAF INTA, no es apta para consumo humano ni para riego; pero en las últimas semanas han caído regulares lluvias que garantizan la reserva para lo que debería ser una normal distribución del vital líquido.
Cualesquiera sean las causas de la deficiencia del servicio, los responsables deben encarar una pronta solución para bien de los habitantes de la “bella, pujante y productiva” Laguna Naineck.
