Qué bienes buscan excluir del decomiso
De acuerdo con la información judicial y las declaraciones patrimoniales relevadas en la causa, el inventario que la defensa intenta resguardar incluye:
Departamentos en la Ciudad de Buenos Aires, principalmente en Puerto Madero y Recoleta, declarados con valores fiscales muy inferiores a los de mercado, pero que en conjunto representan uno de los activos más importantes del patrimonio familiar.
Inmuebles en Santa Cruz, entre ellos propiedades en Río Gallegos y El Calafate, que históricamente formaron parte del núcleo duro de las inversiones inmobiliarias de los Kirchner.
Participaciones societarias vinculadas a empresas hoteleras e inmobiliarias, traspasadas a nombre de los hijos en 2016, más los que heredaron antes tras la muerte de Néstor Kirchner.
Cuentas bancarias y activos financieros declarados en sucesivas presentaciones ante la Oficina Anticorrupción y la AFIP.
Según surge de la documentación incorporada al expediente, muchos de estos bienes figuran con valuaciones declaradas que están muy por debajo de su valor real de mercado, un punto que fue objeto de cuestionamientos por parte de los peritos y de la fiscalía.
La estrategia de la defensa consiste en trazar una línea divisoria entre el patrimonio personal de Cristina Kirchner y la herencia ya consolidada en cabeza de Máximo y Florencia. En ese sentido, los abogados sostienen que el decomiso no puede avanzar sobre bienes que pertenecen a terceros, aun cuando se trate de sus hijos, y que fueron adquiridos por vía sucesoria.
El planteo reabre una discusión clave dentro del expediente: si el decomiso debe alcanzar todo el entramado patrimonial construido durante los años en el poder o limitarse estrictamente a los bienes que aún figuran a nombre de la ex presidenta. La resolución de este punto será determinante para definir el alcance real de una de las medidas más sensibles dictadas contra el patrimonio del kirchnerismo. /Noticias



