BAHIA BLANCA: “Pueden aparecer más personas muertas, no se puede descartar”, dijo el fiscal general

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Tras el temporal de Bahía Blanca la situación sigue siendo preocupante. Mientras que en zonas centrales está volviendo, de a poco, el suministro de energía —no así del agua—, en los barrios más alejados, como General Cerri e Ingeniero White, dos localidades que fueron fuertemente golpeadas por el caudal que dejó estragos todo alrededor, todavía no hay ni luz ni agua, solo la que en algunos lugares pueden obtener de los surgentes habilitados para el consumo. El caos, que tuvo su pico entre el viernes, cuando sucedió el temporal, y el domingo, cuando el agua empezó a bajar, tuvo tal magnitud que los datos oficiales arrojaron, esta mañana, que hasta ahora hay, por lo menos, 16 víctimas mortales y 100 desaparecidas.

En diálogo con LA NACION, el fiscal general de la ciudad, Juan Pablo Fernández volvió a hablar de casi 100 desaparecidos: “Los nombres y causales de muerte, conforme a la autopsia, ya se difundieron. Quince fueron muertes por asfixia mecánica por sumersión (ahogamiento) y uno por insuficiencia cardíaca”. De ese total, seis fueron adultos mayores que fallecieron en las residencias geriátricas en las que se alojaban, hoy completamente vaciados.

Aunque muchos vecinos sostienen que es un número “irreal” y “poco creíble”, el fiscal volvió a remarcar que “pueden aparecer más personas muertas, no se puede descartar, es posible”.

Ante estas afirmaciones, varios vecinos sostienen que los datos esconden la realidad de la situación, y que el número de fallecimientos debería ser mucho más alto, tanto por lo que ellos mismos vieron o lo que conocidos les contaron.

Por eso, Fernández también destacó: “Los que dicen haber visto fallecidos que no se informan, en ningún momento se presentaron a denunciar tal situación. Que se presenten inmediatamente en Estomba 127 que le recibimos declaración al respecto, o que llamen al 911, quedará registrada y procederemos en consecuencia. A todos los que digan eso, que se acerquen a la fiscalía, que les recibimos toda la información que puedan darnos en el momento. También por mail”.

Estomba 127, donde está ubicado el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, queda en el centro de Bahía Blanca, por lo que no todos pueden acercarse al lugar. Respecto de los llamados o los mails, la gente responde que en muchas localidades, como las nombradas más arriba, la falta de energía complica el uso de los teléfonos celulares. De hecho, todavía hay varias personas incomunicadas.

Esto también repercute en los llamados por posibles desaparecidos. Desde el viernes se recibieron 192, y el fiscal dijo que ya se resolvieron 92, por lo que resta encontrar a 100 personas. “De esos, solo una falleció, y está entre los datos de esos 16: Rubén Omar Zalazar, quien intentó ayudar a las niñas Hecker. Nos queda por averiguar el paradero de las otras 100 y ver si están bien o qué les pasó”, agregó.

Y para diferenciar la situación respecto de los rumores de más muertos, subrayó que “estos llamados están registrados, quedan grabados y son auditables”.

Por su parte, en conferencia de prensa, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, no brindó detalles de nuevas víctimas mortales producto del temporal del viernes, y aclaró que aún se siguen buscando personas desaparecidas y que todavía no hay “certezas” del número total de muertos.

La charla que se repite

En las calles hay otra versión. Los vecinos se agrupan, bajo diversas circunstancias, y charlan de esto. Aseguran que los datos no están completos o son insuficientes. No entienden lo que se informa oficialmente, ya que muchos dicen que hay más gente fallecida de la que se está contabilizando.

En uno de los geriátricos, por ejemplo Atardecer, en Cerri, donde murió Rolando Ortega, los residentes aseguraron que no fue el único. “Por lo menos hay tres más ahí”, afirmaron. Daniela, otra vecina que trabaja en un hotel a unos kilómetros de Cerri, coincidió a la distancia: “En el geriátrico murieron cuatro personas. En La Colonia, cuando estaban evacuando, sacaron a una señora que se murió en los brazos de la persona que la sacó. Debe haber solo en el pueblo 50 personas muertas”.

Lo mismo contó Verónica, una policía de la misma localidad a este medio, quien también dijo que no entiende el por qué del secretismo: “Esto no es una cuestión política, aunque muchos la vean así. Esto fue una catástrofe natural. No sé por qué dicen que los muertos son menos de los que hay”. Su estimación se basa en que todos los días reciben notificaciones de cuerpos que fueron encontrados. Y estimó: “Dieciséis hay por día”.

No son los únicos.

Magalí Lorena Otero vive cerca de Parque de Mayo, a casi 20 kilómetros de Ingeniero White, donde vive su mamá. “Ustedes se darán cuenta, esto parece una zona de guerra. Gente flotando. Varios familiares nos contaron que había muchas señoras mayores flotando en el agua, muertas, obviamente. Los animales muertos. La mugre de la gente, que hace que se tapen las salidas del agua. Fue un caos por donde lo veas”, contó.

La gente basa sus dichos, sobre todo, en la fuerza que tuvo la tormenta, en la altura que alcanzó el agua en algunos sectores, como en Barrio Céntrico de Bahía Blanca, donde las marcas muestran casi un metro y medio, también en la fuerza con la que desbordaron los arroyos, que, según dijeron, en menos de cinco minutos produjo que el caudal “subiera de los talones al pecho”.

Y en que a muchos, muchísimos, los agarró en la calle, ya sea a pie o en autos. Estos últimos enseguida empezaron a flotar. “A una vecina la agarró en la camioneta, y de golpe la parte trasera empezó a levantarse. El agua estaba subiendo, y ella bajó la ventana y empezó a pedirnos ayuda. Ya no se podía maniobrar”, relató Martín, quien vive sobre la avenida Colón, a pocos metros de la plaza Rivadavia.

Los rumores son varios, la desconfianza hacia los datos es creciente. Son hipótesis, pero también es probable que muchos no se hayan podido comunicar, ya sea por la condición de los servicios eléctricos y de telefonía, como porque el agua rompió los celulares. Como contó Verónica, que estuvo hasta ayer sin tener noticias de una amiga. La buscaron por todas partes hasta que, finalmente, pudo avisar que estaba bien. También hay casos contrarios, como el de Isabel, quien explicó que, dado que ella sí tenía conexión, porque el temporal la sorprendió en su trabajo, que está alejado del pueblo, lo primero que hizo fue subir a sus redes sociales un mensaje para avisar que estaba a salvo. (LA NACION)