Boca, por la estrella 74 y arrebatar un viejo orgullo a River

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Saluda Darío Benedetto. Levanta sus brazos y agradece a los hinchas que esperaban por Boca desde hacía horas bajo los 38 grados de la tarde santiagueña. A su lado, otro referente como Javier García. Juntos deciden pasar un doble vallado que pusieron por seguridad y se acercan a los fanáticos. Detrás de ellos, el resto de la delegación xeneize. Firman autógrafos y se sacan fotos. Y algún abrazo también hay para varios nenes que se filtran y atraviesan las vallas para colgarse de sus ídolos que saldrán a buscar un nuevo título.

Boca va por todo. La estrella 74 para su escudo y también la 52 entre ligas y copas locales, lo cual le permitiría superar a River y quedarse con el récord nacional absoluto. Va con todas sus figuras, justamente las que no estuvieron en los dos últimos partidos del torneo, los de la levantada del equipo. Con Frank Fabra, Alan Varela, Sebastián Villa y Benedetto. Pero sin sacar a Luca Langoni, por supuesto. Va por la vuelta olímpica que se estuvo negando en dos recientes finales. Este miércoles por la noche a partir de las 21.10 por la Supercopa ante Patronato, el que lo eliminó en semifinal de la pasada Copa Argentina y hoy está en la Primera Nacional.

Si bien Boca lidera cómodo la tabla de títulos con 73 sobre los 69 de River y los 45 del tercero Independiente, la estrella 74 de su historia le permitiría despegarse del Millonario en títulos nacionales de AFA entre torneos y copas locales, ya que hoy ambos están con 51, y arrebatarle a su clásico rival un logro que ostenta con orgullo desde 1991. Luego de los dos intentos fallidos recientes frente a Racing como rival en el Trofeo de Campeones y la Supercopa Internacional.

“Llegamos muy entusiasmados, de ganarle a Vélez, y con ganas de tener una estrella más. Al equipo lo veo muy bien, cada chico que le toca entrar lo hace de la mejor manera, agarrando mucha confianza, saldremos a jugar y ganar otra estrella más”, dijo Nicolás Figal a la organización de la compencia. Y agregó: “Sabemos que Patronato es muy complicado, el año pasado tuvo un gran campeonato, descendió pero le faltó poco para quedarse. Como todos los partidos que le juegan a Boca se va a hacer difícil».

Figal y la búsqueda de una nueva estrella para Boca

Para conseguir este objetivo, Hugo Ibarra volvió a apostar como en las finales anteriores por casi todos sus jugadores de mayor experiencia, con Benedetto como bandera, en su regreso al equipo luego de 40 días y el tercero en los últimos 136 días. Pero también con Fabra, Varela y Villa, tres que venían siendo cuestionados y el entrenador los había sacado en búsqueda de una reacción. Una reacción justamente esta noche en un partido que vale un título. Al mismo tiempo, decidió sacar a dos que parecían intocables como Chiquito Romero y Pol Fernández.

El Negro se juega mucho con esta decisión, no sólo por las dos finales perdidas sino también porque tocó una formación que venía dando resultado, tanto en los nombres como en el esquema al pasar del 4-4-2 al 4-3-3 que le hizo lugar a Langoni junto con Villa.

De los futbolistas que reaparecen, Pipa parece ser el más observado por la desgracia en la que cayó a partir de la eliminación de la Libertadores ante Corinthians. Por su mala racha de goles salvo por el que hizo a River y por sus episodios extrafutbolísticos que no cayeron bien, como las piñas con Zambrano, el viaje al Mundial en medio de la pretemporada y la salida noctura horas después de que sus compañeros perdieran ante Talleres. Y encima, reemplaza a Miguel Merentiel, reconocido por sus dos asistencias, un gol y mucho sacrificio en los últimos tres partidos.

La apuesta es grande, pero el premio mucho mayor. Para Ibarra, para Pipa y el resto de los que vuelven. Pero mucho más para Boca porque puede quedar como el máximo ganador a nivel nacional. (ole.com)