Con un gol de Vinicius, el equipo de Ancelotti le quitó el invicto a Alfaro y aseguró su pase a la Copa del Mundo.
El empate en Ecuador apenas había sido un preámbulo. Un 0-0 que sirvió para que Carlo Ancelotti tuviera un primer contacto con lo que es esta selección de Brasil, sin tanta jerarquía y mucho más terrenal que las anteriores. Jugando mal, y con mucha cautela, se había terminado llevando un empate sin goles ante un rival muy físico y complicado como lo es la selección de Beccacece. Pero ya pasado ese debut en Guayaquil, Carletto sacó conclusiones y la imagen de su Brasil cambió completamente contra Paraguay. Fue un giro de 180 grados el que mostró en Sao Paulo. En su primera vez como local, el Brasil de Ancelotti fue protagonista como hacía mucho no lo era.
Brasil y una imagen mejorada de lo que mostrado en el debut
Con dos volantes bien plantados como Casemiro y Guimaraes, de allí hacia adelante puso a cuatro jugadores que fueron casi delanteros. Entre Raphinha, Cunha, Martinelli y Vinicius, Brasil fue un equipo sin referencia, lleno de movimientos y presencia en ofensiva. Hizo pequeño a un equipo que venía invicto con Gustavo Alfaro. Que se hacía fuerte en los duelos físicos, pero que se vio superado de principio a fin. Excepto los primeros 10 minutos, en donde los guaraníes intentaron pararse de igual a igual, los paraguayos se vieron sometidos ante un rival que con mucha posesión maquilló los problemas defensivos que viene arrastrando en defensa en todo la Eliminatoria. Pero que el tano van desapareciendo: todavía no sufrió goles en contra pasada la primera doble fecha que estuvo en el banco.
En el primer tiempo, el equipo local lastimó mucho por los costados. Con Martinelli por izquierda y Vini, Cunha o Raphinha por derecha, siempre le ganó el duelo a los laterales y así generó las chances más claras. Los de Carletto siempre llegaban al fondo pero les faltaba el último pase. Parecía que se iban al descanso con un 0-0 que era un gran premio para Paraguay, pero sobre el final se durmió y lo pagó carísimo. En una salida, Junior Alonso perdió con Cunha y la defensa quedó patas para arriba. Llegada al fondo, Gatito Fernández entregado en el primer palo y pase atrás para que Vinicius empujara al gol. Sí, el primero del ciclo de Ancelotti lo hizo a quien ya había dirigido en Real Madrid, uno de los factores por los que el italiano llegó al fútbol sudamericano de selecciones.
Con Brasil siempre con el mando del partido, el segundo tiempo mostró a un Paraguay que de a ratos pudo complicar al local con ecuaciones básicas: pelota parada o pelotazos al área para ganar la segunda pelota. El local, por su parte, fue encontrando espacios para jugar de contra, pero tampoco estuvo lúcido como para sentenciar el partido tiempo antes. Por eso llegaron los últimos minutos con un 1-0 que dejaba todo abierto. Y más para una selección como la paraguaya, que de cada pelota al área puede sacar una jugada de gol. Por eso había tensión en Sao Paulo. Los de Ancelotti estaban para hacer el segundo, pero no llegaba y los de Alfaro se sentían capaces de dar otro golpe en el certamen.
Sin embargo, la única clara sobre el final fue un jugadón de Guimaraes que Fernández terminó sacando al tiro de esquina. Sin tiempo para más, Brasil cosechó tres puntos que lo clasificaron al próximo Mundial. Ancelotti ahora tendrá tiempo y tranquilidad para seguir conociendo a sus jugadores de cara a lo que será el año mundialista. De a poco ya se empieza a notar su mano en Brasil./OLE
