Con menos apoyo del esperado, Alberto Fernández avanzará en el juicio político contra la Corte Suprema

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En la cumbre hubo varias bajas y gobernadores de peso se despegaron de la movida. La presión de la Casa Rosada para juntar más firmas.

El Gobierno no pudo concretar la postal de respaldo político que buscaba en su intento por avanzar contra la Corte Suprema de Justicia.

La cumbre que trazó Alberto Fernández para rodear de apoyo político su embestida contra el presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, y el resto de los miembros contó con algunas ausencias significativas, pero de todos modos el Frente de Todos buscará darle impulso en el Congreso.

Diez días después de haber reunido a 14 gobernadores y lograr que otros cuatro mandatarios emitieran un comunicado crítico al fallo de la Corte Suprema en favor de la Ciudad, el Gobierno sufrió varias bajas en su intento, esta vez, de juntar masa crítica para pedir que se investigue a los ministros.

Finalmente juntó las firmas de 12 mandatarios, pero uno, el entrerriano Gustavo Bordet, aclaró más tarde que no apoyaba la iniciativa. Así, el aval se redujo a 11 mandatarios: Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).

Desde lo gestual, el encuentro contó con las bajas de gobernadores de peso: la más significativa fue la del sanjuanino Sergio Uñac, quien a pesar de haber estado presente la semana pasada en la movida para cuestionar el fallo de la Corte Suprema, dejó saber además que no estaba de acuerdo con la iniciativa oficial.

Se sumó así al cordobés Juan Schiaretti y el santafesino Omar Perotti, quienes tampoco habían dado el presente en aquella ocasión.

Tampoco dijeron presente dos firmantes del comunicado con el que el Presidente consideró que el fallo era de «imposible cumplimiento»: el chubutense Mariano Arcioni, muy cercano al ministro de Economía, Sergio Massa, y el puntano Alberto Rodríguez Saá.

A ambos la Casa Rosada los intentó convencer luego del encuentro para que sumaran su firma al pedido que llegará a la Cámara de Diputados en las próximas horas. Arcioni cedió.

Tampoco pasaron por el Salón Eva Perón -ni se conectaron de forma virtual- los gobernadores de partidos provinciales: Arabela Carreras, de Río Negro; Omar Gutiérrez, de Neuquén; Gustavo Sáenz (Salta) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).

En la última reunión convocada por el Gobierno, optaron por emitir un comunicado propio, también crítico del fallo, pero que no hacía referencia a la posibilidad del cumplimiento. En esta ocasión, se mantendrían al margen.

Ausencias notorias y presión por las firmas

Con todo, de la cumbre que se prolongó por casi dos horas, participaron en forma presencial Kicillof, Capitanich, Zamora, Insfrán, Melella, Ziliotto, Quintela, Jaldo y los vicegobernadores Eugenio Quiroga (Santa Cruz) y Rubén Dusso (Catamarca).

Estos dos últimos estuvieron respaldados por sus gobernadores, Alicia Kirchner y Jalil, quienes se conectaron de forma virtual. Lo mismo hizo el entrerriano Bordet, que luego salió a despegarse.

Desde temprano y hasta bien entrada la tarde hubo dudas respecto a las presencias y ausencias: desde la oficina de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, no aportaron la información a Clarín -ni a ningún otro medio- aunque curiosamente se encargaban de desmentir lo publicado.

Cerruti acompañó a Fernández en la reunión, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro y el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello.

«Consideramos que esta Corte tuvo una manifiesta parcialidad porque los fallos que hemos observado fueron para beneficiar a un sector político. Los argentinos no pueden estar tranquilos con miembros de la Corte que violan la Constitución”, dijo Capitanich, quien -junto a Kicillof y Zamora- ofició de vocero de la cumbre.

A sabiendas de las bajas que hubo en la foto, el chaqueño se encargó de remarcar que la iniciativa cuenta con el respaldo «del Presidente y la mayoría de gobernadores». En rigor, cuando lo dijo, habían suscripto menos de la mitad: 11 mandatarios de 24. Luego se sumó Arcioni. Pero más tarde se bajó Bordet.

Kicillof lo refrendó: «Se trata de algo que no tiene antecedente en la historia: un Presidente y las mayorías de las provincias acompañando algo que tiene que ver con la división de poderes. Consideramos que la Corte ha avanzado sobre el Poder Legislativo y el Ejecutivo en funciones que no le son propias».

El texto acordado con los gobernadores

El Gobierno difundió el comunicado con el pedido del Juicio Político cerca de las 16. Sostiene la decisión del Ejecutivo y los 11 gobernadores de «impulsar el juicio político contra el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, doctor Horacio Rosatti, por haber incurrido en forma reiterada en conductas que configuran la causal de mal desempeño en sus funciones prevista en el artículo 53 de nuestra Constitución Nacional».

Pero también insta a «que se inicie el proceso de juicio político respecto de los integrantes del máximo tribunal Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti» por «algunos hechos con distintos grados de responsabilidad».

El texto estuvo acompañado por un documento dirigido a la diputada Carolina Gaillard, del FdT de Entre Ríos, para que en su rol de presidenta de la Comisión de Juicio Político active «el inicio del proceso institucional» previsto para avanzar contra los cortesanos. Esa nota contiene un extenso detalle de los hechos que considera el oficialismo debe investigarse. (clarin.com)