“DEJEN DE MENTIR Y GOBIERNEN”: La oposición reaccionó ante las acusaciones del Gobierno de conspirar contra un nuevo acuerdo con el FMI

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El oficialismo había apuntado contra Prat Gay, Lacunza y Sandleris, exministros del gobierno de Macri, por intentar entorpecer las negociaciones por nuevos desembolsos; rechazo de Juntos por el Cambio.

Con el dólar por las nubes y una inflación que no da tregua, el Gobierno solo atina a hacer de Juntos por el Cambio el chivo expiatorio de sus propias torpezas en materia económica. Esta fue la lectura que realizaron distintos referentes del espacio opositor frente a las acusaciones que lanzó ayer el director argentino ante el Fondo Monetario Internacional, Sergio Chodos, quien apuntó contra tres exministros del gobierno de Mauricio Macri por intentar boicotear un nuevo desembolso del organismo a nuestro país.

Si bien Chodos no dio los nombres, en el Gobierno dejaron trascender a medios cercanos al oficialismo que los economistas Alfonso Prat Gay, Hernán Lacunza y Guido Sandleris se comunicaron con autoridades del FMI para solicitarles que se abstengan de brindar asistencia financiera a la Argentina hasta que asuma el nuevo gobierno. En Juntos por el Cambio negaron las acusaciones y le reclamaron al Gobierno que en lugar de buscar culpables se dedique a encarrilar la economía.

“Háganse cargo del desastre inflacionario y social que armaron en vez de mentir e intentar enchastrar a otros”, escribió Prat Gay en su cuenta de Twitter. Igualmente indignado se mostró Lacunza. “No inventen conspiraciones para justificar fracasos propios. Gobiernen”, aleccionó el exministro de Hacienda.

En Juntos por el Cambio buscaron minimizar el episodio de Chodos. “No hay que darle entidad ni tomarlo en serio. Chodos quedó muy pegado a [Martín] Guzmán, tal vez quiere congraciarse con [Sergio] Massa y por eso nos acusa, aunque no tiene ninguna evidencia porque es mentira”, insistieron.

Al Gobierno le fueron funcionales las acusaciones de su representante en el FMI: el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, no tardó en replicarlas y calificar de “golpistas” a los opositores. “A la oposición no le importa incendiar la Patria para lograr sus objetivos. Son destituyentes y golpistas”, aseveró. Horas después se presentó una denuncia penal ante la Justicia Federal contra los tres economistas. La realizó el abogado Alejandro Kalbermatten, quien los denunció por “traición a la patria”.

En Juntos por el Cambio están convencidos de que estas acusaciones constituyen un acto desesperado del Gobierno para encubrir sus desvaríos en materia económica. “Esto es consecuencia de su ineptitud para manejar la economía y de procrastinar las soluciones estructurales que se deben instrumentar cuanto antes”, enfatizó el diputado Luciano Laspina (Pro), asesor principal del equipo económico de la precandidata presidencial Patricia Bullrich.

“Es un disparate, el oficialismo es burdo hasta para hacer acusaciones”, asestó, por su parte, el diputado Mario Negri, jefe del bloque de la UCR. “Acusa a Juntos por el Cambio cuando es el propio gobierno que se boicotea a sí mismo, se pega tiros en los pies cada vez que la vicepresidenta (Cristina Kirchner) y La Cámpora reclaman romper con el Fondo”, retrucó.

Inquietud por la disparada del dólar

En las filas opositoras no preocupan tanto las acusaciones del Gobierno –a las que no les dan entidad– como la escalada del dólar y la incertidumbre financiera de los últimos días. “El ‘Plan Llegar’ de Massa ya hizo agua”, ironizó Negri. “Hoy estamos en un tobogán cuya aceleración no es una probabilidad sino, lamentablemente, una realidad”, sostuvo.

“Esta situación no se soluciona con parches financieros y cambiarios sino con cambios estructurales que este gobierno no está dispuesto a hacer. Por eso no queda otra alternativa que atravesar esta larguísima transición y esperar que el próximo gobierno saque de la Argentina de este modelo populista”, agregó Laspina.

Por su parte, los diputados de Evolución Radical Martín Tetaz y Alejandro Cacace advirtieron que, aun con la escalada del dólar, el tipo de cambio sigue atrasado, con el agravante de que faltan reservas en el Banco Central.

“Este esquema puede generar una aceleración inflacionaria tranquilamente, la situación es muy delicada”, sostuvo Tetaz. Cacace, por su parte, agregó que la estrategia del Ministerio de Economía de reforzar el cepo y multiplicar los tipos de cambio solo busca ganar tiempo para no aplicar la solución de fondo, una devaluación de la moneda.

“Sabe que esto le generaría un enorme costo político, por eso eyectaron a [el exjefe de asesores] Antonio Aracre cuando lo propuso”, indicó.

Laura Serra (LA NACION)