El gobierno actual ha denunciado que durante la gestión de Alberto Fernández no se utilizaron dos drones adquiridos en 2019 para resguardar las fronteras del norte del país. Estos equipos, comprados a Israel bajo el mandato de Mauricio Macri, permanecieron guardados en containers en Campo de Mayo y fueron dañados por la humedad debido a su inadecuada preservación. El Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, confirmó que los drones nunca se sacaron para su uso ni se realizaron las pruebas necesarias.
Los drones UAV650 estaban destinados a integrarse al Sistema de Vigilancia Integrada de Fronteras; sin embargo, quedaron sin empleo y almacenados sin atención. Un acta reciente revela que personal militar tomó conocimiento del material guardado solo en mayo de 2024 y alertó al Ministerio sobre el estado deteriorado en que se encontraban los equipos. Las imágenes descriptivas indican condensación por humedad y componentes adicionales como lanzadores y bidones.
Ante esta situación, desde el Ministerio aseguraron que los drones son irreparables tras haber estado expuestos a condiciones adversas. En respuesta a esta crisis logística, el gobierno está negociando con el proveedor israelí para obtener unidades nuevas mediante un acuerdo comercial. Aclararon también que es «imposible volar algo que se mojó», enfatizando así las dificultades operativas derivadas del mal almacenamiento.
Por otro lado, exfuncionarios como Sabina Frederic han aclarado que los vehículos adquiridos no eran aptos para una fuerza civil debido a su diseño militar e incluso carecían del permiso necesario para volar según ANAC. A pesar desestimaciones anteriores sobre su utilidad real, Aníbal Fernández –quien asumió como ministro en octubre del año pasado– indicó haber mantenido contacto con representantes israelíes sobre estos equipos dañados antes señalando la falta inicial de pago correspondiente al contrato original.