El misterio detrás de los dólares de Florencia Kirchner: son una pieza clave del caso Hotesur y siguen secuestrados

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En 2017, la justicia encontró 5,6 millones de dólares en una caja de seguridad y una cuenta de la hija de la vicepresidenta. No está claro su origen. Es la única porción de su patrimonio que la familia no pudo recuperar.

La familia Kirchner aguarda una decisión clave de la justicia federal: si Cristina, Máximo y Florencia se sentarán o no en el banquillo de los acusados en el caso donde se investigaron sus empresas, la inmobiliaria Los Sauces SA y la firma hotelera Hotesur. Una de las pruebas en este último expediente fue el dinero hallado en la caja de seguridad de Florencia Kirchner: 4,6 millones de dólares, más otro millón en una caja de ahorro. Para los investigadores aún no se logró explicar el origen del dinero. Es lo único que la vice y sus hijos no lograron recuperar, aún continúan bajo una orden judicial.

En 2017 y por primera vez, la Corte Suprema de Justicia de la Nación intervino en una de las causas de corrupción que involucra a la familia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En aquella resolución, que salió con un voto mayoritario, el máximo tribunal convalidó el decomiso de los 5,6 millones de dólares incautados por la Justicia en una caja de seguridad y una caja de ahorro bancarias de su hija.

Desde aquella fecha, la familia Kirchner no insistió en la devolución de esa fortuna.

Un año antes de ese pronunciamiento, el juez federal Julián Ercolini había decomisado 4,6 millones de dólares detectados en una de las dos cajas de seguridad que intervino en el Banco Galicia y otro millón de dólares que se conservaban en una caja de ahorro.

Tras la denuncia de la diputada Margarita Stolbizer, ese dinero se convirtió en una pieza clave en la causa conocida como Hotesur, la firma dueña del hotel Alto Calafate. En aquella denuncia se dijo que el dinero fue trasladado a esas cajas “desde cuentas de la sucesión por la herencia de Néstor Kirchner y cuando Cristina Fernández, temía ser embargada en las causas que prosperaron en los tribunales federales tras su salida del poder el 10 de 2015”.

Lo que determinó Ercolini es que los más de cinco millones de dólares son parte de las operatorias de lavado de dinero y de operaciones que no están clarificadas. En otras palabras, la justicia federal sostuvo que la familia Kirchner no logró justificar el origen de esa plata.

Hace un año y medio, dos jueces del Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5), Daniel Obligado y Adrián Grunberg, devolvieron a la familia Kirchner la administración de sus empresas, tanto la inmobiliaria Los Sauces SA como Hotesur. Además, les restituyeron el manejo de las propiedades nucleadas bajo el Condominio Máximo y Florencia Kirchner.

Sin embargo, la vicepresidenta y sus hijos nunca lograron la devolución de los más de cinco millones de dólares. Ante la Corte Suprema habían exigido que esos fondos sean restituidos, pero la respuesta no fue favorable.

Fuentes judiciales explicaron que el dinero termosellado permaneció en el Banco Central, pero que después se tomó la decisión de abrir «una cuenta judicial en el Banco Nación para que depositar los dólares».

Otra precisión sobre los dólares bajo investigación es que los mismos no estaban cautelados, sino secuestrados, con lo cual su devolución era más compleja que levantar las intervenciones judiciales que regían sobre las empresas de los Kirchner.

La cantidad de exacta de dólares billete halladas en dos cajas de seguridad era de 4.664.000 dólares, distribuidos en partes casi iguales: 2.250.000 y 2.414.000. Además, otro millón de dólares fue hallado y tuvo el mismo destino, el decomiso.

Cuando el juez Ercolini ordenó la apertura de las cajas 5783-9-9 y 5873-3-5, operativas desde el 3 de marzo 2015, sólo se encontró dinero. El monto superaba entonces ampliamente los fondos que «recibió Florencia Kirchner por la herencia de su padre», recordaron fuentes judiciales.

Los investigadores tuvieron en cuenta otro dato a la hora de ordenar el decomiso, es que varios de los fajos provinieron de bancos de Atlanta y Nueva York, en Estados Unidos.

En aquella ocasión, y a través de su abogado, Carlos Beraldi, Florencia Kirchner autorizó la apertura de sus cajas de seguridad y ahorro, denunciando un «show mediático» parte de una «persecución política y judicial «.

Con este panorama, la justicia federal sostiene que aún no es momento para que los Kirchner recuperen el dinero. Aún resta la decisión de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal respecto a los casos Hotesur y Los Sauces. Es decir: ratificarán el sobreseimiento sin realización del juicio oral o darán la orden de que se sienten en el banquillo de los acusados.

En estos expedientes se investigó si tanto la inmobiliaria como la firma hotelera de la familia fueron «una pantalla para realizar maniobras de blanqueo».

Durante la investigación se determinó que las compañías no tenían giro comercial real y eran utilizadas para simular operaciones con el fin de lavar fondos de origen ilegal. En la inmobiliaria Los Sauces los principales inquilinos (representaban el 86% de los ingresos) eran Lázaro Báez y Cristóbal López.

En tanto, Hotesur estuvo hasta 2013 alquilada por la firma Valle Mitre (propiedad de Báez), que recibía fondos para pagar mes a mes el alquiler a los Kirchner, de un sólo lugar: las empresas del Grupo Austral -también de Báez-, que a su vez percibía dinero de un único cliente: el gobierno nacional a través de la obra pública vial. (clarin.com)