Un nuevo informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), mostró que los 47,2 kilos por habitante por año ya quedaron incluso un 11,2% por debajo del mismo período de 2023.
El consumo de carne vacuna en Argentina ha caído a niveles históricos, alcanzando el promedio más bajo en 28 años, con 47,2 kilos por habitante anuales, un 11,2% menos que en el mismo período de 2023. Esta disminución se atribuye a la sustitución de la carne vacuna por pollo y cerdo, debido a los precios más bajos de estas proteínas. Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), destacó que el precio de un kilo de carne vacuna permite comprar tres kilos de pollo o dos kilos y medio de cerdo, lo que refleja la presión del poder adquisitivo en las decisiones de consumo.
A pesar de que los precios de la carne vacuna han aumentado un 149% en el último año, su incremento ha sido inferior al de otras carnes, lo que ha llevado a un cambio en las preferencias de los consumidores. Las proyecciones para el futuro no son optimistas, ya que se espera que cualquier recuperación en el precio de la carne vacuna sea moderada, dado que muchos trabajadores no han visto aumentos significativos en sus salarios.
En contraste, las exportaciones de carne vacuna han registrado un crecimiento, alcanzando un máximo histórico con 471,9 mil toneladas en los primeros nueve meses del año, aunque el precio promedio por tonelada ha caído. La facturación total fue de 2075,3 millones de dólares, lo que representa un incremento del 3,6% en ingresos a pesar de la reducción del precio promedio. La disminución en los precios pagados por China ha sido un factor clave en este contexto. (LA NACION)