La diputada provincial habló en calidad de informante y también como víctima sobre el informe que se elaboró en Formosa por parte de la Comisión de Derechos Humanos que registró los relatos de las personas que padecieron al Gobierno de Insfrán durante la pandemia con la violación de sus derechos.
Gabriela Neme, diputada provincial de Nuevo País y una de las impulsoras de las denuncias contra el Gobierno de Gildo Insfrán que instauró un régimen férreo durante la pandemia, habló este miércoles ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación.
«La pandemia fue grave en todo el país, pero creo que en ningún otro lugar como en Formosa», empezó diciendo Neme.
Y pasó a contar que «he sido invitada también a hablar como víctima, y tengo infinidad de anécdotas, pero traje cuatro para contarles. El primer ataque que sufrí fue que quisieron quitarme mi licencia de abogada, porque en una audiencia ante el juez, dije que los CAS (Centro de Asistencia Sanitaria) eran centros clandestinos de detención, porque había gente a la que iban a buscar de madrugada, y no les decían nada, gente grande que no tenía cómo informar a sus familiares dónde estaban, entonces ¿eso qué era? Y el trato que recibían, era horrible».
Sobre su segundo ataque, contó cómo fue detenida cuando se apersonó en un CAS donde había unas 25 personas encerradas. Contó que había dirigentes políticos con Plan Potenciar haciendo los RCP, «¡había más policías que personal de salud!», contó.
«Y llegó el 5 de marzo (del 2021), ese día, vi algunos diputados nacionales, asustados, nos tiraron gases lacrimógenos vencidos, de julio de 1995, 25 años de vencimiento, eso puede ser letal, me quebraron el brazo y recibí balazos de goma», contó. «Fui a la salud pública, me dijeron que vaya a mi casa que tenía una fisura, pero a mí me dolía, y al tercer día, fui a una amiga que me hizo una placa y ahí salió que tenía una quebradura».
Y finalmente, relató su última detención, un 25 de julio de 2021. «Fui a una marcha con un grupo de formoseños que querían expresarse, estaba con mi hijo Mattia, y ahí nos hacen un acta en blanco, no me decían qué me imputaban, buscaron dos testigos, nos pusimos a forcejear, me tiraron al piso, lo tiran a mi hijo, le sacaron el celular y se lo rompen, y le rompen los anteojos, entonces me tiro al patrullero cuando veo que tiraron la carpeta ahí, entonces el patrullero arranca, y me llevan, prendí el vivo y TN lo registró, muchos formoseños fueron detenidos, llevados a la alcaidía; y lo grave es que a la gente les hacían creer que yo estaba desaparecida durante 11 horas, la violación de derechos en Formosa es sistemática y con la pandemia solo hemos visto el verdadero rostro, usaron el miedo como un sistema para avasallar a la gente en la pandemia». (EL COMERCIAL)