El presidente de la Sociedad Rural de Formosa, Alfredo Maglietti, expresó su profunda preocupación por la crítica situación que atraviesa el sector agropecuario en la provincia. En declaraciones al Grupo de Medios TVO, advirtió que los fenómenos climáticos extremos como la prolongada sequía y las recientes inundaciones han generado un escenario de alta vulnerabilidad para los productores, especialmente los pequeños y medianos, quienes enfrentan además una alarmante falta de respuestas y políticas públicas de apoyo.
Maglietti explicó que, pese a que Formosa se encuentra en una región de clima subtropical húmedo, las condiciones meteorológicas han cambiado significativamente en los últimos años. Las precipitaciones se han vuelto escasas y desiguales, afectando la capacidad productiva de los campos y deteriorando las condiciones de rentabilidad. A esto se suman la ausencia de inversiones y la limitada infraestructura disponible para afrontar situaciones de emergencia, factores que profundizan la fragilidad del sector.
Este año, a la persistente sequía se sumaron los anegamientos causados por la crecida del río Pilcomayo, lo que agravó aún más el panorama. Maglietti destacó que, mientras en algunas zonas del oeste las lluvias recientes trajeron cierto alivio, en el este de la provincia los campos permanecen sin pastura. “Nos enfrentamos a un invierno muy difícil, con escasos recursos para alimentar al ganado”, alertó, subrayando el impacto directo que esto tiene sobre las economías regionales.
El dirigente rural también advirtió sobre las consecuencias sociales que podría acarrear esta crisis si no se toman medidas urgentes. “Esta situación puede llevar al abandono de tierras ya una migración forzada hacia las ciudades, donde no existen suficientes fuentes de empleo, ni infraestructura adecuada para contener esa demanda”, afirmó. En este sentido, señaló que sostener al productor en su tierra resulta más conveniente incluso para el Estado, ya que preserva el tejido social, cultural y productivo de las comunidades rurales.
Finalmente, Maglietti cuestionó la implementación actual de la Ley Nacional de Emergencia Agropecuaria, que permite asistir a zonas afectadas por desastres naturales, pero cuya aplicación, según indicó, resulta deficiente. Señaló la necesidad de un diálogo más profundo y técnico entre los productores y el Estado, con foco en las verdaderas necesidades del sector. «Los grandes productores pueden resistir en cierta medida, pero los pequeños y medianos necesitan una asistencia real para seguir produciendo. Si no se actúa con urgencia, el daño no será solo económico, sino también social y cultural para toda la provincia», concluyó. (con información de expresdiario.com)