Juntos por el Cambio pide sesión especial y crece la posibilidad de una alianza opositora en el Senado

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La principal bancada opositora solicitó tratar un temario muy similar al presentado la semana pasada por los peronistas disidentes de Unidad Federal; la vicepresidenta podría perder el control de la Cámara.

El interbloque de Juntos por el Cambio presentó este mediodía un pedido de sesión especial en el Senado para la semana próxima y crecen las posibilidades de una alianza transitoria de la oposición que le imponga la agenda al Frente de Todos. La jugada sería un duro golpe político para Cristina Kirchner, ya que demostraría que la Cámara alta puede funcionar sin la necesidad del oficialismo y con una agenda completamente distinta a la impuesta por la vicepresidenta en los últimos dos años.

El temario de la sesión pedida por el principal conglomerado opositor es muy similar a la reclamada la semana pasada por el bloque de peronistas disidentes de Unidad Federal, por lo que aumentarían las posibilidades de que haya sintonía entre ambos sectores.

De hecho, fuentes de Juntos por el Cambio le dijeron a este diario que el pedido de sesión especial cuenta con el visto bueno de la bancada que preside el exoficialista Guillermo Snopek (Jujuy) y que está integrada por cuatro senadores que abandonaron el Frente de Todos a fines de febrero y la peronista cordobesa Alejandra Vigo, históricamente enfrentada con el kirchnerismo.

Sin embargo, desde el flamante espacio opositor peronista negaron que ya esté todo cerrado. “Acabamos de recibir la nota de Juntos por el Cambio y entre todos vamos a discutir el camino a seguir”, le dijo a LA NACION uno de los integrantes de Unidad Federal.

Con este pedido de sesión especial Juntos por el Cambio estaría dando por cerradas las negociaciones que se habían iniciado la semana pasada con el Frente de Todos y que tenían por objetivo de acordar una sesión para la semana próxima que termine con los cuatro meses de silencio legislativo que lleva el Senado.

La última vez que la Cámara alta discutió proyectos en una sesión fue el 16 de noviembre. Desde entonces, el recinto se volvió a abrir el 23 de febrero pasado para la sesión preparatoria, que está destinada a elegir las autoridades del cuerpo y en la que no es posible discutir ningún tipo de proyecto.

Sin embargo, las negociaciones entre los dos bloques mayoritarios quedaron estancadas el viernes último, luego que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio protagonizaron una guerra de comunicados en los que se acusaban mutuamente por la parálisis del Senado.

A partir de ahí, empezó a crecer en el conglomerado opositor la idea de unir fuerzas para acordar una agenda que permita reunir quórum y que venza la resistencia del kirchnerismo a discutir ciertos proyectos o temas. El escenario cobra fuerza si se tiene en cuenta que, unidos, Juntos por el Cambio (33 miembros) y Unidad Federal (5) superan el quórum reglamentario de 37 senadores presentes.

La bancada que preside Snopek tiene pedida desde la semana pasada una sesión especial para el 29 de marzo próximo con el tratamiento de un temario que escapa a la lógica que ha llevado adelante el oficialismo durante los últimos dos años, que estuvo basada en la agenda judicial de Cristina Kirchner.

El pedido de sesión especial presentado por Juntos por el Cambio se hace eco de la mayoría de esos temas, ya que contempla el tratamiento de los pliegos judiciales para Rosario y la provincia de Córdoba, que el oficialismo mantiene cajoneados desde hace seis meses, y la denominada ley Lucio.

Además del día, el principal bloque opositor la pide para el 30 de marzo, el temario difiere en un proyecto incluido en el pedido de sesión del peronismo disidente. Se trata del texto que busca reducir el costo de las tarifas eléctricas, presentado por el exoficialista Edgardo Kueider (Entre Ríos). Sin embargo, la iniciativa tenía pocas chances de prosperar, ya que al no tener dictamen necesitaba de un apoyo de los dos tercios, que difícilmente pudiera conseguir, para habilitar su tratamiento sobre tablas.

Gustavo Ybarra – LA NACION