La plata del campo “llueve” y no sólo de retenciones vive el Estado

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Además de las retenciones nacionales, los impuestos provinciales y tasas municipales (como la portuaria en Necochea) irritan a los agricultores, que tendrán más granos pero a menores precios.

La Argentina “agrodependiente” está pasando un buen momento financiero, pero los bolsillos de muchos productores flaquean más que en otras épocas y el horizonte es complejo, pese a las señales positivas.

El eje es que las lluvias permiten vislumbrar una buena cosecha, pero los precios internacionales bajaron. A futuro el panorama no es más halagüeño: los fundamentos de mercado presagian menores valores de los principales granos, en especial por la amplia oferta de los países productores y la escasa vitalidad que muestra la demanda global.

En ese contexto, hay diversos números de referencia. Según evaluó el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), en octubre el sector exportó 41% más que en igual período del 2023: fueron US$ 3.873 millones, US$ 1.125 millones más que durante el mismo mes del año pasado.

En el total de 2024, el aumento acumulado respecto a enero-octubre de 2023 es de US$ 7.198 millones, lo que representa un incremento del 23%. Los complejos con mayor crecimiento relativo fueron: Sucroalcoholero, Algodonero y Trigo. En tanto, Soja, Trigo y Maíz, los de mayor contribución al crecimiento interanual.

Más allá de la película, la foto actual del escenario agrícola presenta factores de análisis de todo tipo. Tratemos de no marearnos. Por un lado, la perspectiva sobre cantidad (Q) ha mejorado mucho tras las recientes lluvias, que han terminado de llevar el trigo a una cosecha, ya en marcha, que podría alcanzar 18,8 millones de toneladas, la cuarta mejor marca de al menos los últimos 20 años y un 30% más que en la campaña anterior, según analizaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

El informe elaborado por Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré puntualizó que “la mejora de la cosecha triguera viene “impulsada fundamentalmente por una mayor superficie sembrada, con un incremento del 22% interanual, así como por una leve mejora en el rinde promedio nacional”.

Por supuesto, hay situaciones puntuales, según ratificó en terreno Patricio Watson, un productor del sur santafesino que informó sorprendido “rindes de entre 40 y 50 quintales de trigo” en esa zona.

La siembra de soja tomó velocidad y ya cubre el 40% de las casi 19 millones de hectáreas previstas. Así, el cultivo de la oleaginosa está recuperando parte de su esplendor y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta 54 millones de toneladas, con la salvedad de los “riesgos” por implantaciones con baja calidad de semilla.

Entre los datos positivos, está la empinada de los precios internacionales del girasol, un salto de casi 30% en el último mes, tal como se anticipaba en agosto y permitió que los que sembraron este cultivo hoy tienen buenas expectativas. Mientras tanto, la exportación de aceite y subproductos de girasol alcanzó los niveles más altos en 18 años.

Así las cosas, este noviembre se encamina a ser un mes que volverá a ofrecer divisas en el orden de los 2.000 millones de dólares (un monto excepcional para los promedios históricos de este mes). Lo calculan los agroexportadores, y lo asumen hasta consultores “no libertarios”, como el ex secretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, quien puntualizó que “en unos días se negociaron exportaciones por 2,5 millones de toneladas de trigo”.

Más allá del volumen, los números (P) para los chacareros son finitos, con márgenes de rentabilidad ajustados, mientras el Estado, en todos sus niveles, ve al sector agropecuario como “la gran caja recaudadora”. Por eso, no sólo crecen los reclamos por las retenciones sino también por otros impuestos provinciales y municipales.

Al sonoro incremento de la tasa portuaria en Quequén, que impulsa el intendente de Necochea, en los últimos días se acumularon quejas ante los principales gobiernos provinciales.

Repasemos:

En alerta por una posible suba de impuestos, productores bonaerenses piden cambiar el proyecto de Ley Fiscal al gobernador Axel Kicillof. Las 4 entidades de la Mesa de Enlace se reunieron este jueves con legisladores de los distintos bloques para pedirles modificaciones.

Por su parte, productores santafesinos cuestionaron el presupuesto provincial y piden mayor austeridad para bajar impuestos. En la Sociedad Rural de Rosario se mostraron alarmados por la partida que incrementa los gastos operativos. “Encontramos incongruencia y despilfarro”, dijeron.

Los productores cordobeses también rechazan la suba del impuesto inmobiliario rural y exigen “alivio fiscal, en un contexto marcado por sequías, incendios y una inflación del 220%”. Junto a la Fundación Barbechando pidieron postergar el aumento y medidas “urgentes” en el marco del presupuesto 2025.

Con todo, la columna vertebral de la presión fiscal al agro son los derechos de exportación nacionales.

“Pasan los gobiernos, quedan los artistas” (decía Enrique Pinti). En los escenarios rurales son cada vez más los que reformulan la frase y se impacientan porque… «quedan las retenciones». (ver The Second Best «la segunda mejor opción»). (clarin.com)