LAGUNA NAINECK: Peregrinos clorindenses del Viacrucis Formoseño fueron recibidos con fe y emoción en la localidad.

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En un clima de recogimiento y fervor religioso, la comunidad de Laguna Naineck dio la bienvenida este sábado en las primeras horas de la mañana a los peregrinos provenientes de la ciudad de Clorinda, quienes participan de una experiencia de fe en el marco del Viacrucis Formoseño. La jornada tuvo como eje de reflexión el Segundo Dolor de la Virgen María: la huida a Egipto, que cobró especial significado al ser asociado con un episodio doloroso de la historia local: el desalojo de familias durante la década del 70.

La actividad se desarrolló sobre la Ruta Nacional Nº 86, como parte de una experiencia piloto que propone meditar los Dolores de María en un contexto itinerante, uniendo comunidades a través del camino, la oración y la memoria. La cruz, signo central de esta peregrinación, fue el punto de encuentro para la comunidad que se unió en oración, evocando el sufrimiento de la Virgen y los dolores que atraviesan a los pueblos en su historia.

Como pueblo de fe, los vecinos de Laguna Naineck manifestaron su gratitud por la presencia de los peregrinos y renovaron su esperanza en la intercesión de la Virgen María, Madre que guía y fortalece en los momentos difíciles. La comunidad elevó oraciones por el bienestar de quienes continúan este camino espiritual y reafirmó su compromiso con la memoria, la fe y la fraternidad.