A pesar de la vigencia de la Ordenanza N° 2140/22 que prohíbe la utilización de la pirotecnia en todo el ámbito municipal de la localidad, vecinos denuncian la detonación de dichos elementos en las horas previas y durante la celebración de la Nochebuena.
Los efectos nocivos de la pirotecnia sonora son ampliamente reconocidos. En animales, el estruendo genera pánico que puede provocar lesiones, desorientación e incluso la pérdida de vida. En el caso de personas mayores y niños pequeños, el impacto puede traducirse en estrés agudo, insomnio y episodios de ansiedad. Especialmente afectados son los niños con trastorno del espectro autista (TEA), quienes suelen experimentar episodios de crisis frente a estímulos sonoros intensos, lo que convierte la celebración en un momento de angustia en estas víctimas como en la familia.
La ordenanza vigente no solo tiene un propósito preventivo, sino también educativo, buscando sensibilizar a la población sobre los riesgos y daños que genera el uso de pirotecnia. Sin embargo, los hechos recientes evidencian la necesidad de intensificar controles y campañas de concienciación en la comunidad. Vecinos afectados piden mayor compromiso de las autoridades municipales para garantizar el cumplimiento de la normativa, a fin de preservar la salud de las personas y animales.
