Los pronósticos de inflación para todo el año ya apuntan al 140%

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En solo tres meses, las proyecciones anuales pasaron de 99% a 126%.

Cada vez son más las consultoras que estiran su proyección anual de inflación. EcoGo, Equilibra, FIEL y C&T son algunas de las que subieron sus estimaciones a partir de los aumentos de las últimas semanas. Así el año electoral y la gestión de Alberto cerrarían con un Indice de Precios al Consumidor (IPC) que podría superar el 140%.

La semana pasada, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) estimó una inflación de 126,4% para todo el 2023. La proyección ya suena a vieja, con un índice de abril que se conocerá este viernes y se ubicará por encima del 7,5%, según las estimaciones privadas.

Si bien el REM viene corriendo a la inflación desde atrás refleja con certeza la aceleración de los precios. En enero pronosticaban un incremento anual del 97,6% y tres meses después saltó al 126,4%.

El salto de los dólares alternativos en la última semana de abril y la aceleración de los precios de los alimentos en el arranque de mayo llevan a los economistas privados a redefinir sus proyecciones.

María Castiglioni, economista de la consultora C&T, pronostica 140% a diciembre. «Hoy ya está corriendo cerca de ese nivel y la situación va a seguir así», anticipa. Un nivel similar maneja la consultora Equilibra.

«Tenemos una previsión de inflación con aceleración en noviembre y diciembre, lo que la llevaría a 135% ó 140%», apunta Juan Luis Bour, economista de FIEL

Desde EcoGo esperan una inflación de 7,3% para abril y de 8% para la mayo. «Después va a depender mucho de que se consigan dólares: de que funcione el dólar soja y de que junten algunas reservas netas», señala Sebastián Menescaldi.

«Hay un 150% de piso de inflación para el año. No descartamos que se registre algún episodio más de salto en la brecha cambiaria que lleve la inflación de algún mes a doble dígito», agrega Menescaldi.

Algunas mediciones se siguen ubicando un escalón más bajo. Entre ellas, las de Ecolatina, que prevé un índice de 130%.

Para el economista Santiago Manoukian, «la aceleración inflacionaria del arranque de 2023 dañó la credibilidad del equipo económico, volvió a desanclar expectativas y presionó sobre un crawling peg (la suba diaria del dólar oficial) que debe acelerarse para evitar un mayor atraso cambiario, retroalimentando la dinámica».

«Una inflación alimentada por una fuerte inercia, creciente indexación y acortamiento en los plazos de los contratos, junto a la incertidumbre propia de la transición electoral y la falta de anclas: no sólo la de un dólar oficial que adquiere mayor velocidad, sino de las nuevas subas en tarifas de servicios públicos y paritarias», sostiene el economista de Ecolatina.

«A eso se le suma el impacto de las restricciones a las importaciones, precios más sensibles a los movimientos de la brecha, expectativas de devaluación ejerciendo presión y el impacto del “dólar agro” sobre ciertos alimentos, con un programa “Precios Justos” con escasa influencia», concluye Manoukian.

Por ahora, Fausto Spotorno prevé una inflación de 128%, en línea con la previsión del REM.

Para Fernando Marull, «con una inflación de 7,5% ó 7,6% en abril y en mayo y sin un salto cambiario, el índice llegaría a 120% en 2023. Pero si se produjera un salto cambiario se iría a 140%».

Para Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq Consulting, «el promedio del mercado está esperando una inflación más alta todavía». Y detalla tres factores que podrían llevar a la inflación anual por encima del 120% que hoy mantiene la consultora.

Por un lado menciona que no está resuelto el frente de la deuda en pesos. «Esperamos que tengamos un desenlace benigno, aunque posiblemente tengamos stress en la previa electoral. Tampoco está resuelto el frente cambiario y eso genera incertidumbre y presiona sobre los precios. Por otro lado el impacto de la sequía en alimentos se está viendo, pero todavía no hemos llegado a ver qué sucede con la campaña próxima».

«Los riesgos son claramente al alza. Lo que lo podría traer calma es que haya una transición política ordenada y que consigan financiamiento adicional y que el Tesoro pueda seguir rolleando la deuda en pesos y que no tengamos stress. Personalmente esto último no lo veo tan probable», desliza Albornoz. (clarin.com)