Ola de remarcaciones y virtual feriado comercial por el salto del dólar a $945 y la incertidumbre electoral

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Advierten que algunos proveedores suspendieron la entrega mercadería y que el crédito se cortó.

«Los aumentos de precios son imparables», dicen.

Varios rubros comerciales afrontan dificultades para abastecerse por la corrida cambiaria y las elecciones presidenciales. Por un lado, se extiende la ola de remarcaciones y las demoras en las entregas por parte de fabricantes y distribuidores, especialmente en productos basados en insumos importados. Pero por otro, también se agravan los faltantes de productos en supermercados, almacenes y kioscos. Todas escenas ya habituales cuando el dólar blue escala y no parece encontrar techo.

Este lunes, el tipo de cambio informal cerró a $ 945, lo que implica una suba de $ 65 en un solo día. «Cuando hay saltos bruscos, los proveedores trabajan a precio abierto, es decir, que dan la mercadería y el precio se fija cuando el mercado se estabiliza», explica Mauro González, un empresario confeccionista de indumentaria. Agrega que además, «el crédito está cortado y hay mucha especulación por la incertidumbre electoral», se lamenta.

En el rubro de las tintas graficas, un insumo importado que se usa para packaging de productos, lonas, vinilos y plotters, entre otros, hay un virtual feriado comercial hasta el 22 de octubre. «Les informo que la semana que viene queda suspendida nuestra actividad hasta después de las elecciones. Hasta el miércoles se reciben pedidos y los pagos, hasta el jueves. Los pagos que ingresen después quedarán supeditados a la cotización posterior al domingo electoral», dice el mensaje que un proveedor le envió a sus clientes.

Marcelo Girard, un fabricante de packaging, describe: «Mi sector está prácticamente parado porque las entregas están suspendidas desde hace 15 días. Otros distribuidores de colorantes, pigmentos, aditivos y resinas, despachaban en función de un dólar futuro a $ 830 para el mes de noviembre. Seguro que mañana no entregan más nada», profetizó el empresario, de larga trayectoria en el rubro.

En líneas generales, hay dos vías de acción, coinciden las fuentes consultadas. Están los que efectúan remarcaciones preventivas con el objetivo de cubrirse. Y están los que frenan la actividad hasta que el panorama aclare. Por lo menos, con la cotización del dólar informal, que para muchos sectores y empresas es el único válido para fijar precios.

«Falta de entrega no hay. Lo que sí hay son aumentos imparables. Las nuevas listas llegan con subas promedio de 10% mensuales, que se actualizan si llegan a surgir imprevistos. Si sube el dólar, los precios vuelven a aumentar», explica Ernesto Acuña, vicepresidente de la UKRA (Unión Kiosqueros de la República Argentina). El directivo aclara que los precios no suben todos los días. «Le meten un aumento grande de una vez y listo», agrega.

Acuña subraya que el único inconveniente que tienen desde la semana pasada fue con la entrega de cigarrillos. «Este lunes Masalin aumentó 17% todas sus marcas», dijo. Esa tabacalera lidera en el mercado con Marlboro (el más vendido en el país) Philips Morris y Parliament, entre otros productos.

En un clima enrarecido por la estampida del dólar blue y la cercanía con las elecciones presidenciales, fabricantes, distribuidores y comercios regulan sus ventas y compras hasta que despeje el panorama. La estrategia difiere según el rubro. Algunos se inclinan por trabajar con relativa normalidad, pero otros retienen mercadería por temor a reponerla por arriba del precio de venta.

La devaluación post PASO

El antecedente más inmediato fue la devaluación del 22% del dólar oficial, que el Gobierno aplicó tras la derrota electoral de las PASO, el 13 de agosto. Fuentes del sector privado coinciden que desde ese mismo día comenzaron a llegar listas de precios con subas de entre 10 y 30% en ropa, electrodomésticos, calzado, construcción y también el consumo masivo. Algunas cadenas de supermercados optaron por dejar de vender en sus sitios en Internet y eliminar todo tipo de promociones y cuotas.

Desde una cadena líder confiaron a este diario que el desabastecimiento se agravó, no tanto por el dólar blue, sino por la rigidez del programa Precios Justos, que les exige rechazar subas mensuales de sus proveedores por encima del 5%. «Los fabricantes prefieren vender en otros canales (autoservicios, almacenes y tiendas de barrio) y la brecha de precios es cada vez más grande», subrayó.

En el supermercadismo afirman que los mismos productos están entre 30 y 90% más caros en los comercios de cercanía, donde las remarcaciones están fuera de control. Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, detalla «los aumentos no paran, especialmente en productos de limpieza, higiene personal, mermeladas, arroz (que hay muy poco y subió 40%), y fideos de primera marca (35%)», detalló.

La CAFARA (la cámara que representa a los ferreteros) denunció que el sector afronta desde mayo una ola de remarcaciones por parte de sus proveedores, con subas muy por arriba de la inflación promedio. Por ejemplo, 1 kilo de clavos 2 ½ punta París en mayo costaba $ 1.200, hoy está $1.950 (62,5%); el cartucho de silicona pasó de $1.450 a $ 2.950, lo que representa una suba de 99% desde mayo. Y el pegamento epoxy, que en mayo estaba a $1030, hoy se lo consigue en $2.305: esto es un salto de 223%.

“El sector perdió gran parte de su industria y hoy los productos son importados en un 60%, y gran parte de los que sí se fabrican en el país, también tienen un complemento importado”, se lamenta Sergio Angiulli, presidente de la CAFARA. Más todavía: “En los últimos días muchos proveedores mandaron notificaciones de que se suspendían las entregas, o que solo bajaban la mercadería si el pago era contado. Es decir, que no dan ni siquiera una semana de crédito”, remató. (clarin.com)