¿Podés filmar a un policía, un inspector o un agente municipal en la calle? Sí. No solo podés: debés hacerlo. Porque cuando el poder no se controla, abusa. Y porque en tiempos de atropellos callejeros, el celular se convirtió en el único derecho que te protege en tiempo real.
Grabar no es delito. Es defensa. Es control ciudadano. Y es legal. Quienes dicen lo contrario, o no conocen la ley, o quieren asustarte para que no registres lo que no deben estar haciendo.
Un joven mendocino grabó con su celular el momento en que inspectores municipales lo interceptaban en la vía pública con actitudes prepotentes y sin fundamentos claros. En el video, que publicó en su cuenta de TikTok, se escucha cómo el chico pregunta los motivos de la intervención, exige que se identifiquen y, ante la falta de respuestas, comienza a grabar.
A los pocos minutos, los inspectores le advierten —con tono intimidatorio— que podría tener consecuencias por haberlos filmado. Le dicen que está cometiendo una falta, que “eso no se puede hacer”, y que se prepare para una denuncia. El chico, preocupado, me escribió:
—Mario, ¿me pueden denunciar por esto? ¿Estoy en falta?
La respuesta es clara y firme: no.
No solo no cometió ninguna infracción. Hizo exactamente lo que corresponde cuando un ciudadano sospecha que está frente a un procedimiento irregular. Grabar no es delito. Es defensa.
Sí, podés filmar. Y es tu derecho hacerlo.
En Argentina, no existe ninguna ley que prohíba grabar a un funcionario público cuando está actuando en la calle, frente a vos, ejerciendo poder estatal. Sea policía, inspector de tránsito, personal de seguridad privada o un agente municipal, todo lo que hacen en cumplimiento de funciones es un acto público. Y los actos públicos —son registrables—.
El derecho a registrar está amparado en el artículo 14 de la Constitución Nacional, que garantiza la libertad de expresión y el derecho a recibir y difundir información. Además, los tratados internacionales de derechos humanos —con jerarquía constitucional— refuerzan este principio.
Grabar no es provocación. Es garantía de verdad.
No te pueden obligar a borrar el video ni sacarte el celular
Otra mentira común que usan para asustar: “borrá eso ya” o “dame el teléfono”. —Falso—.
Ningún funcionario público puede exigirte que borres una grabación. Tampoco pueden requisarte el celular sin orden judicial expresa. Si lo hacen, están violando derechos fundamentales: propiedad, privacidad y defensa. Además, pueden quedar ellos mismos expuestos por abuso de autoridad.
Filmar no es “resistencia a la autoridad”
Muchas veces intentan correrte con el Código Penal: “estás obstruyendo el procedimiento”.
La justicia ya lo ha dicho claramente: grabar desde una distancia prudente, sin impedir físicamente el accionar de la autoridad, no constituye delito. No es resistencia, no es desobediencia. Es control ciudadano.
En 2019, la Cámara Federal de Casación Penal falló a favor de un joven acusado de resistencia simplemente por filmar un operativo. El tribunal sostuvo que grabar —es parte del ejercicio del derecho a controlar al Estado— y que esa conducta no puede ser criminalizada.
Y si te quieren retener el DNI o la licencia, también es ilegal
Otro abuso frecuente en operativos viales o controles callejeros es que te quieran sacar el DNI o retenerte la licencia de conducir. —Eso también es ilegal—.
El DNI es personal e intransferible, y solo puede ser retenido mediante orden judicial o por disposición fundada y excepcional de una autoridad administrativa. Lo mismo vale para la licencia: el agente puede labrar el acta de infracción, pero no quedarse con tu documento como castigo o presión.
El artículo 72 de la Ley Nacional de Tránsito (24.449) establece claramente que el acta de infracción debe entregarse al presunto infractor y que la retención del carnet es una medida excepcional, sujeta a casos extremos, y debe estar debidamente fundada.
No entregues tu DNI si no hay motivo legal claro. Y si te lo quieren sacar, grabá.
¿Por qué deberías grabar?
Porque es tu única defensa cuando estás solo frente a un abuso o ilegalidad de un funcionario público.
Porque muchas veces, el procedimiento es irregular.
Porque te pueden mentir, gritar o inventar una infracción.
Porque los testigos no siempre aparecen. Pero el video —no miente—.
Y porque el que no tiene nada que ocultar, no tiene miedo de ser grabado.
Casos donde conviene grabar sin dudar:
– Cuando un inspector de tránsito te multa sin pruebas.
– Cuando un policía te detiene sin explicación clara.
– Cuando un funcionario te clausura el local sin mostrarte acta.
– Cuando hay maltrato, amenazas o comentarios fuera de lugar.
– Cuando se niegan a identificarse.
– Cuando intentan requisarte sin orden judicial.
– Cuando te quieren quitar el DNI o la licencia de conducir sin justificación legal.
Y sí, ese video podés usarlo como prueba
Sirve para presentar en un descargo ante un Juzgado de Faltas.
Sirve en una denuncia penal.
Sirve en un amparo.
Sirve incluso en redes sociales o medios, cuando todo lo demás falla.
Una grabación puede salvarte de pagar una multa injusta o de soportar una detención arbitraria. Por eso, grabar no solo es legal. Es urgente.
Consejos básicos para grabar con seguridad:
– Activá la cámara apenas empieza la interacción.
– Filmá con calma. No escondas el celular.
– Si no se identifican, decilo en el video.
– Si te insultan o amenazan, registralo con claridad.
– Subí el archivo a la nube o reenviá a alguien de confianza.
El celular no te hace violento. Te hace visible.
La cámara no impide el procedimiento. Lo ilumina.
El video no genera caos. Genera prueba.
El que graba no falta el respeto. Se defiende.
Y esa defensa, frente a un poder que muchas veces actúa sin control ni testigos, —es lo más valioso que podés tener. (mdzol.com)