Cada vez son más los reportes meteorológicos que confirman condiciones anómalas para el invierno 2023 en parte de Argentina. Organismos oficiales, servicios privados y modelos digitales, coinciden en que las temperaturas se ubicarán por encima de los valores históricos normales y acordes para esta época del año.
No significa que no hará frío, sino que las temperaturas mínimas, medias y máximas estarán uno o dos grados por encima de lo usual para esta región el país, y que los días de frío extremo no serán tantos como los periodos anteriores o los registros históricos.
El Servicio Meteorológico Nacional ha publicado su reporte trimestral en el que anuncia las tendencias de temperatura y precipitación que podrían registrarse en el periodo indicado. Consideran que el comportamiento de la lluvia y la temperatura puede tener tres categorías posibles: inferior a lo normal, normal y superior a lo normal. Sin factores que modifiquen la circulación atmosférica típica del trimestre, cada categoría tiene la misma probabilidad de ocurrencia: un 33,3 por ciento. Pero cuando actúan forzantes atmosféricos, como El Niño o La Niña, la circulación planetaria cambia y la ocurrencia de alguna de esas categorías se hace más -o menos- probable.
Pronóstico de precipitación
En cuanto a las lluvias, el SMN anuncia que se esperan probabilidades de lluvia por encima de los históricos normales para suroeste del país (haciendo foco en el sur de Mendoza, Neuquén, y el oeste de Chubut, Río Negro y Santa Cruz). Asimismo, para el centro y este de la Patagonia esas probabilidades se ubican en valores normales o superiores a las normales, para el trimestre.
En cuanto a la Región Litoral, que incluye a Corrientes en su totalidad, al este de Chaco y Formosa y a toda la provincia de Misiones, el pronóstico anuncia lluvias normales o superiores a los valores normales, con mismas chances de ocurrencia.
Provincias como Entre Ríos, centro y oeste de Chaco, centro y oeste de Formosa, Santiago del Estero, Tucumán y este de Salta, presentarán probabilidades de lluvia normales o acordes a los valores históricos para cada provincia. Esta tendencia también aplica al este, noroeste y sur de la provincia de Buenos Aires y gran parte de La Pampa.
Por su parte, Córdoba presentará valores de precipitación por debajo de los registros históricos normales para esta época del año en esta zona del país.
Cabe recordar que provincias como La Rioja, Catamarca, San Juan, y gran parte de Salta y Jujuy están atravesando lo que se considera como «estación seca».
Altas temperaturas
Respecto de la temperatura para esta época del año, los modelos meteorológicos consultados y analizados por el SMN, coinciden en que se esperan valores por encima de los registros históricos para el centro y norte de la República Argentina, exceptuando a la región patagónica.
Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego presentarán valores de temperatura acordes a los promedios históricos para el sur del país, por lo que el invierno se podría calificar como «convencional» para dichas provincias.
Sin embargo, desde Mendoza, La Pampa y Buenos Aires hacia el norte del país, se pronostican valores térmicos por encima de los registros históricos en esta época del año, lo que permite calificar a este invierno como «levemente más cálido que de costumbre».
La Rioja, Catamarca, San Juan, Salta y Jujuy presentarán temperaturas claramente más elevadas, con una probabilidad de ocurrencia que alcanza el 55%.
El centro norte del país (Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero), se suma al litoral argentino (Chaco Corrientes, Formosa y Misiones) a un pronóstico que anticipa temperaturas superiores a las normales con una probabilidad de hasta 45%, lo que indica que las temperaturas mínimas se ubicarán levemente por encima de los registros históricos, y que los días de ocurrencia de frío extremo disminuyen comparados con otros inviernos.
Mendoza, La Pampa y Buenos Aires presentarán temperaturas normales o superiores a las normales, con las mismas chances de ocurrencia en ambos casos.
El Niño ya dice presente
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en ingles), ya es oficial. Se espera que el fenómeno se intensifique más en los próximos meses, y podría alcanzar categoría fuerte a finales de 2023.
En mayo, las condiciones oceánicas de El Niño se manifestaron a través de temperaturas superficiales del mar (TSM) superiores a lo normal sobre el Océano Pacífico ecuatorial. Según el CPC, los índices de las diferentes regiones Niño registraron anomalías superiores a +0,5 °C en la última semana: Niño 4 fue de +0,6 °C; Niño 3.4 fue de +0,8 °C; Niño 3 fue de +1,1 °C y Niño 1+2 fue de +2,3 °C.
Tanto El Niño como La Niña dependen de la interacción océano-atmósfera, por lo que no basta con observar únicamente las condiciones oceánicas para declarar un nuevo episodio de El Niño, necesitamos que la atmósfera esté respondiendo a estas anomalías oceánicas.
En el último mes, además del calentamiento en el Pacífico ecuatorial, se observaron algunas señales de debilitamiento de la circulación atmosférica sobre el Pacífico Tropical, la llamada Célula de Walker. Hubo un debilitamiento de los vientos alisios en la región, además de una intensificación de la convección sobre el Pacífico tropical central y debilitamiento de la convección sobre la porción occidental, indicando un desplazamiento del centro de convección tropical sobre el Pacífico, algo característico de El Niño.
«En función de su intensidad, El Niño puede provocar diversos efectos, como un aumento del riesgo de lluvias torrenciales y sequías en determinados lugares del mundo», explica Michelle L’Heureux, climatóloga del Centro de Predicción del Clima. «El cambio climático puede exacerbar o mitigar ciertos impactos relacionados con El Niño. Por ejemplo, El Niño puede dar lugar a nuevos récords de temperatura, especialmente en zonas que ya experimentan temperaturas superiores a la media durante El Niño.» (diarioepoca.com)