El Gobierno busca avanzar con las reformas pendientes tras la victoria electoral. La reforma laboral se discutirá en un Congreso más amigable.
El triunfo oficialista en las elecciones legislativas no sólo multiplicaron las posibilidades del Gobierno para avanzar con las reformas pendientes, sino que les dieron un impulso que parece imparable. De entre las tres modificaciones claves a la estructura legal sobresalen la reforma fiscal, la reforma previsional y la reforma laboral.
La segunda aparece como la más dificultosa en el horizonte, pero la tercera que hasta hace no mucho era sólo una aspiración de máxima ahora está a la vuelta de la esquina con un Congreso más propenso a votar ese tipo de leyes.
La llamada modernización de la legislación laboral ya tiene texto a través delDNU70, que fue suspendido en parte por la justicia laboral, y por el proyecto de la diputada libertaria Romina Diez que lleva como título “Ley de promoción de inversiones y empleo”, aunque desde el Gobierno ya abrieron el juego a los legisladores para que presenten nuevas versiones.
Entre los puntos más controvertidos que ahora vuelven a la palestra
- Banco de Horas, en vez de horas extra.
- Fin de la vigencia de las convenciones colectivas de trabajo a su vencimiento y actualización por acuerdo entre las partes (ultraactividad).
- Ilegalidad de ciertas acciones sindicales que perjudiquen el normal desempeño de las actividades.
- Limite del derecho de huelga para actividades consideradas como escenciales, las que abarcan una amplia gama de trabajos en servicios públicos y del sector productivo.
Proyecto de ley de LLA
La “Ley de Promoción de Inversiones y Empleo”, combina reformas a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) con un régimen de beneficios fiscales para empresas.
Permite que los convenios colectivos definan sistemas de compensación de horas y otras adaptaciones vinculadas con avances tecnológicos y cambios en procesos productivos.
Beneficios fiscales: a través de un bono de crédito fiscal aplicable a las contribuciones patronales del sistema previsional. Las empresas que incorporen trabajadores en los primeros 18 meses de vigencia accederían a beneficios proporcionales a su tamaño. Las microempresas recibirán un 100 %, las pymes un 75%, las medianas un 50% y las gandes un 25%.
El proyecto también crea el Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI), orientado a la radicación de capital en infraestructura, bienes de capital y tecnología industrial, con amortización acelerada del impuesto a las ganancias para inversiones productivas, devolución anticipada de IVA sobre bienes de capital incorporados durante los primeros dos años de vigencia del régimen. Los requisitos de inversión mínima en dólares van de entre US$ 3,5 millones a US$ 9 millones.
El proyecto de ley del oficialismo contiene, además, algunos de los puntos más controversiales. Entre ellos, la extensión de la jornada laboral de 8 a 12 horas, la posibilidad de abonar parte del salario mediante vales o tickets, y la opción de pagar indemnizaciones o multas judiciales en hasta 12 cuotas.
El secretario de Trabajo, Julio Cordero, planteó también que se proponen revisar los convenios colectivos de trabajo, fundamentalmente dejar de lado los aportes obligatorios y terminar con la ultraactividad.
Otro de los puntos que generó mucha repercusión es la apertura de la negociación por empresa y conformación del salario por productividad./mdzol.com



