SUSPENDIERON A ZIESENISS. El Colorado bajo control autoritario: La democracia secuestrada por el Clan Brignole

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En lo que parece ser un nuevo capítulo de la «democracia familiar» en El Colorado, el Intendente Mario Brignole y el Consejo Deliberante que presiden sus hijos han demostrado, una vez más, el autoritarismo y la manipulación institucional que caracterizan su gestión. Con la participación activa de los hijos del intendente, Fernando y Marcelo Brignole, quienes ostentan los cargos de presidente y vicepresidente del Concejo Deliberante, y la presencia de su madre, diputada provincial, en un claro ejemplo de nepotismo, esta administración ha dado otro golpe demoledor a las ya maltrechas instituciones democráticas de la localidad.

El reciente incidente que tuvo lugar en el recinto del HCD demuestra, sin lugar a dudas, la falta de respeto por los principios democráticos básicos. En un accionar que recuerda a las peores prácticas autoritarias, la familia Brignole, respaldada por la fuerza de la «patota» del PJ y la Policía militante de Gildo Insfrán, impidió violentamente el acceso a la prensa independiente y a los vecinos que no se alinean con el oficialismo.

En un escenario de absoluto control y censura, y bajo la oscuridad de la inescrupulocidad, se procedió a suspender por 90 días a al concejal opositor de la UCR, Emanuel Zieseniss, como lo hicieron la semana pasada con el concejal Fulvio Monfardini, por expresar sus críticas al poder y la corrupción del Clan Brignole.

Mataron la democracia

La historia de censura y represión en El Colorado no es nueva. Ya antes, el periodista y profesor Pablo López Pereira fue víctima de un ataque sistemático cuando se le impidió el ingreso al Concejo Deliberante durante un año, simplemente por ser una voz incómoda para el oficialismo. Este comportamiento autocrático ha alcanzado un nuevo nivel con la suspensión de los concejales de la UCR, lo que deja a la oposición sin representación en el órgano legislativo municipal y a la comunidad sin el derecho a ser escuchada.

Lo más alarmante de este proceso es la consolidación de un sistema político donde la democracia se reduce a un simulacro. La localidad, que lleva más de 25 años bajo el control de Mario Brignole, parece haber sido convertida en una suerte de feudo donde el poder se hereda y se perpetúa, sin espacio para la disidencia ni el debate.

La reciente suspensión de los concejales es, de hecho, una confirmación de que la democracia ha muerto en El Colorado . La opresión de la oposición, la falta de pluralismo y la violación de los derechos ciudadanos son una realidad palpable para todos los habitantes de la localidad.

El pedido unánime de intervención por parte de la oposición no solo es una denuncia contra la descomposición democrática en El Colorado, sino también una alarma sobre el avance de una dictadura local que cada vez se siente más segura de su poder. Este es un llamado de auxilio para todos aquellos que creen en la democracia y en el respeto a los derechos fundamentales.

Es hora de que las autoridades provinciales y nacionales se hagan eco de esta grave situación y tomen medidas para restablecer el orden democrático en El Colorado.

La democracia no se puede permitir que sea secuestrada por un clan político que ha demostrado una y otra vez su desprecio por las libertades más elementales. La falta de transparencia, el abuso de poder y la persecución política no pueden continuar siendo la norma. La sociedad de El Colorado merece vivir en una verdadera democracia, no en una dictadura de familia que manipula las instituciones y los fondos publicos a su antojo. (prensalibreformosa.com)