El calor de verano requiere de cuidados corporales excepcionales, pero indispensables, para evitar deshidratarse y perjudicar la salud. Conocé los detalles.
El verano es la época del año perfecta para disfrutar del sol y del aire libre. Pero también, es cuando más hay que cuidarse, por los peligros y riesgos que pueden tener las elevadas temperaturas, olas de calor y excesiva exposición a la radiación solar.
Insolaciones, deshidratación y golpes de calor pueden perjudicar la salud de las personas. Por eso, es vital seguir una serie de consejos y evitar futuros problemas.
Cómo cuidar a los bebés de la deshidratación
Mantener a un bebé hidratado durante una ola de calor es crucial para su salud. Algunos consejos son:
- Si el bebé es menor de 6 meses, la leche materna o la fórmula son la principal fuente de nutrición y líquidos. Es importante que esté alimentado regularmente y es probable que necesiten consumir más de lo habitual.
- Si el bebé tiene más de 6 meses y ya comenzó la alimentación complementaria, se le puede dar cantidades de agua varias veces al día. Esto es especialmente importante durante una ola de calor.
- Evitar darle jugos o bebidas azucaradas, ya que pueden causar deshidratación.
- Vestir al bebé con ropa ligera y transpirable para ayudar a regular su temperatura corporal.
- Usar un humidificador en la habitación del bebé para mantener el ambiente húmedo.
- Evitar la exposición directa al sol.
- Controlar las señales de deshidratación, como la falta de lágrimas al llorar, la boca seca, la orina oscura y la irritabilidad.
Claves para evitar que las personas mayores se deshidraten
Las personas mayores también requieren de atención especial durante una ola de calor. Las claves para que estén hidratados durante el verano son:
- Animar a las personas mayores a beber agua regularmente a lo largo del día, estableciendo horarios para la ingesta, incluso si no sienten sed. También es recomendable hacer recordatorios constantes, ya que pueden olvidarse de hidratarse.
- Limitar el consumo de bebidas deshidratantes, como las que contienen cafeína o alcohol.
- Incluir alimentos con alto contenido de agua en la dieta diaria, como frutas y verduras.
- Limitar el tiempo al aire libre durante las horas más calurosas del día y protegerse con ropa adecuada, sombreros y protector solar cuando sea necesario.
- Mantener el ambiente en el hogar fresco y bien ventilado, mediante el uso de ventiladores o aire acondicionado.
- Vestir a las personas mayores con ropa ligera y transpirable, evitando prendas oscuras y ajustadas.
- Estar atento a los signos de deshidratación, como boca seca, mareos, confusión, debilidad y falta de elasticidad en la piel. (ambito.com)