La ministra Bullrich confirmó que el Gobierno recibió una nota de la Embajada de Rusia tras el conflicto por el control de alcoholemia a diplomáticos.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó este jueves que el Gobierno recibió «una nota bastante fuerte» de la embajada de Rusia en Argentina en relación al escándalo que involucró a dos diplomáticos rusos que se negaron a someterse a un control de alcoholemia en Navidad.
En diálogo con Radio Mitre, la ministra indicó que el canciller Gerardo Werthein respondió la nota y luego «pudimos hablar con más tranquilidad» respecto al suceso ocurrido sobre la Avenida Libertador, cuando los dos diplomáticos se «atrinchearon» en el auto.
La invervención de Cancillería y la Policía Federal en el conflicto con Rusia
«El miércoles estuve hablando con el Canciller, nosotros mandamos a la seguridad diplomática quien tiene la autorización legal de trabajar con las embajadas», señaló Bullrich.
La intención, según Bullrich, era «poder sacar el foco de la situación en la que estaban los diplomáticos, llevar los autos a la embajada y que ahí la Ciudad siguiera con el procedimiento».
En la misma línea, explicó que los diplomáticos rusos fueron acompañados a la embajada por la Policía Federal «para cumplir con el hecho de que esos autos no fuesen secuestrados, porque en un momento inclusive las personas que estaban ahí (de control de tránsito), que no son policías, tenían la intención de abrir el vidrio, romper el vidrio, lo que hubiera sido un tema bastante fuerte».
Para Bullrich, no hubo violación de la Convención de Viena
También señaló que no hubo violación al derecho internacional sino más bien, desde su punto de vista «hubo respeto porque en ningún momento se entró a los autos, con lo cual si bien fue un procedimiento quizás demasiado largo, no se violó la Convención de Viena».
La funcionaria aclaró que “la Fiscalía de Flagrancia no dejó que se secuestren los autos, de acuerdo a la Convención de Viena”, y que “hubo respeto porque en ningún momento se entró a los autos, con lo cual si bien fue un procedimiento quizás demasiado largo, no se violó la Convención de Viena”.
Además, reparó contundente: «Sin duda fue un hecho que quizás podrían haber estado un poquito más abiertos los funcionarios de la embajada. Pero el auto, de acuerdo a la convención de Viena, es un lugar no revisable».
Polémica con la vallas en la Embajada de Rusia
Los vecinos a la Embajada de Rusia en la Argentina, ubicada en la zona de Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, aprovecharon el conflicto por el control de alcoholemia para visibilizar su disgusto por un extenso vallado que dificulta la libre circulación.
“Los rusos hacen lo que quieren en este país”, advirtió este jueves un hombre frente a la sede diplomática. “Traban la bajada de los discapacitados, dejan los autos estacionados en cualquier lado, tenemos una empalizada desde hace tres años; es la única embajada de este país que no podemos caminar por la calle”, completó ante los medios que aguardaban la llegada de los diplomáticos, que fueron escoltados hasta allí por personal de Policía de la Ciudad.
Según explicó, el mencionado vallado, que ocupa casi la totalidad de la vereda de la calle Rodríguez Peña, genera serias complicaciones para transitar por la zona: “Hay gente que se cae, gente que no puede caminar con un cochecito de bebé porque se traba”, completó. (a24.com)