La designación de Claudia Fernández, en reemplazo de Manuel Hang, fue tildada de «entre gallos y medianoche» por la oposición. Se realizó de manera sorpresiva, sin debate, y sobre tablas en una sesión donde los legisladores opositores denunciaron la imposibilidad de evaluar adecuadamente los antecedentes de la flamante ministra, lo que pone en entredicho la transparencia y legitimidad del proceso. Amén que la responzabilizan de blindar de impunidad el Narco Caso de Blanca Denis.
Sin embargo, el principal motivo de indignación es el pasado judicial de Claudia Fernández. Durante su paso como jueza subrogante en el Juzgado Federal de Formosa, Fernández fue la figura clave en un fallo que otorgó una controvertida impunidad a la ex concejal gildista Blanca Denis, quien estaba vinculada a un caso de narcotráfico. En el operativo, la policía secuestró dos kilos de cocaína y un ladrillo de marihuana de la camioneta de Denis, pero la jueza Fernández, en un giro inesperado, decidió anular el secuestro de la droga y liberar de toda responsabilidad a los principales acusados, responsabilizando. en cambio a dos policías que participaron en el procedimiento.
Este fallo, más tarde, fue declarado nulo por la Cámara de Apelaciones de Resistencia, que cuestionó duramente la falta de fundamentación y la «irrazonable» interpretación de las pruebas por apartarse «irrazonablemente» de las pruebas de la causa. La Cámara también ordenó el apartamiento de Fernández del caso, dejando en evidencia la cuestionable actuación de la ahora ministra designada.
Pese a la gravedad del hecho, ni Denis ni su esposo, Edgar Pérez, ambos funcionarios cercanos a Insfrán, fueron imputados, no se les secuestró la camioneta y ni siquiera se allanó su domicilio.
La historia de Fernández en el ámbito judicial no termina allí. Su relación personal con el ministro del STJ, Bruno Quinteros, apoderado del Partido Justicialista, también ha sido objeto de críticas y denuncias en el Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación. La vinculación entre Fernández y el poder político ha sido una constante en su carrera, alimentando las sospechas sobre la independencia judicial en Formosa.
Mañana, cuando Claudia Fernández jure como ministra del Tribunal Superior de Justicia, no solo asumirá un cargo de gran relevancia en la estructura judicial de la provincia. También lo hará bajo la sombra de un pasado cuestionable, que para muchos, empaña la legitimidad de su designación.
La oposición y gran parte de la ciudadanía formoseña ven en este acto un nuevo capítulo en la preocupante historia de manipulación y control que el oficialismo ejerce sobre las instituciones judiciales de la provincia. ¿Podrá Fernández ejercer su nuevo cargo con la imparcialidad que la justicia exige, o su pasado será una mancha constante en su gestión? Esa es la pregunta que, lamentablemente, queda en el aire. (prensalibreformosa.com)