Hoy, en el aniversario de su natalicio, recordamos la vida y obra del Profesor Cosme Damián Ruiz Díaz, un eximio catedrático nacido el 27 de septiembre de 1889 en Villa Alta de Encarnación, Paraguay. Su vida fue marcada por la educación, el exilio y un profundo compromiso con la cultura y la comunidad de Laguna Naineck, donde dejó una huella imborrable.
Don Cosme completó sus estudios primarios en su pueblo natal y se formó en la prestigiosa Escuela Normal de Paraná, Entre Ríos, fundada por Domingo Faustino Sarmiento, donde obtuvo su título de Profesor Normal en 1913. Rápidamente, sus cualidades docentes lo llevaron a ser nombrado Inspector General de Escuelas Primarias en su país natal, cargo que desempeñó por más de dos décadas. Sin embargo, sus ideas políticas lo convirtieron en un perseguido del régimen paraguayo, obligándolo al exilio en 1933.
Desde Asunción, partió con su esposa, Carmen Lizzador, hacia Argentina, instalándose en Clorinda. Motivado por su deseo de conocer las costumbres y la realidad del norte formoseño, emprendió una travesía por la región en una carreta tirada por bueyes. Este viaje lo trajo a Laguna Naineck, un lugar que describió como “bello y acogedor”, donde finalmente se afincó y comenzó su labor en pro de la comunidad.
Un hombre de saberes múltiples
Ruiz Díaz no solo se dedicó a la docencia, sino que se convirtió en un verdadero promotor cultural y social. Fundó sociedades deportivas, asociaciones cooperadoras y llevó adelante importantes investigaciones sobre la flora, fauna y meteorología de la región, así como sobre los primeros asentamientos humanos en la zona. Además, recopiló relatos históricos y documentó las dificultades de los primeros pobladores.
Entre sus escritos más destacados, aunque no publicados, se encuentran “Apuntes de familia”, “El desalojo” –una obra que relata el desalojo de la colonia indígena La Primavera en la década de 1970– y “Mi exilio”, donde narra las causas de su persecución política en Paraguay. A lo largo de su vida, el Profesor Ruiz Díaz se destacó por su profundo compromiso con la educación y el bienestar de su comunidad, sin dejar nunca de lado sus raíces ni su amor por el conocimiento.
Tras el fallecimiento de su esposa Carmen, se unió en convivencia con doña Juana Paredes en la década del 60. En su centenario, expresó con humildad: “El centenario de mi nacimiento me ha encontrado un poco encorvado, con el espíritu recto y el corazón amplio”.
Un legado eterno
Cosme Damián Ruiz Díaz falleció el 16 de noviembre de 1990, a los 101 años, en su casa de Paso Barboza, a la vera del riacho El Porteño. Su legado, sin embargo, sigue vivo en la memoria de aquellos que lo conocieron y en la comunidad que ayudó a forjar. Su nombre es sinónimo de lucha, educación y dedicación en Laguna Naineck, donde su influencia sigue siendo recordada y valorada.
Hoy, en el aniversario de su nacimiento, rendimos homenaje a un hombre cuya vida estuvo dedicada al servicio de los demás, y cuyo espíritu permanece presente en cada rincón de esta próspera localidad del norte formoseño.
