En Laguna Blanca, la realidad de los empleados municipales se presenta cada vez más crítica. Marcelo, un trabajador que ingresó al municipio en 2014 como changarín en la división de obras públicas, expone la dura situación que enfrenta.
«Prioricé siempre la familia porque son ellos los que estaban sufriendo este problema que venimos acarreando hace tiempo. Ganamos un sueldo muy bajo. No podíamos llegar a fin de mes con 148 mil pesos al mes», comentó con frustración. Para él, el salario apenas le alcanzaba para dos días de comida, lo que lo obligó a salir a hacer changas para subsistir.
El reclamo de Marcelo fue más allá de una necesidad personal; fue un llamado a la solidaridad entre sus compañeros de trabajo. «El sueldo que yo cobro me alcanza para comer dos días. Lo que pido es una mejora salarial para mi familia y mis compañeros de trabajo que estaban en la misma situación», afirmó. La falta de recursos no solo afectaba a los empleados, sino también a sus familias, quienes dependían de estos ingresos para sobrevivir.
Marcelo compartió su preocupación por el futuro de sus hijos. «Tengo una hija de 18 años que, gracias a Dios, estaba en la universidad de Laguna Blanca, estudiando medicina. Era imposible sostener los gastos y, justamente, el reclamo era por ello», señaló. La dificultad para cubrir los gastos de educación superior resaltó la urgencia de una respuesta por parte de las autoridades locales.
El intendente de Laguna Blanca, Ricardo Lemos, enfrentó una creciente presión por parte de los empleados municipales, quienes exigían una revisión urgente de sus salarios. Mientras tanto, la angustia de familias como la de Marcelo continuó creciendo. «Quiero una mejor calidad de vida para mi hijo de cuatro años y medio, y para todos los que estábamos en esta lucha», concluyó con esperanza.
La situación en Laguna Blanca fue un reflejo de una problemática mayor que afectaba a muchos trabajadores en distintas regiones. La necesidad de un cambio se hizo evidente, y las voces de aquellos que exigían un salario justo no podían ser ignoradas. (prensalibreformosa.com)