PAPA FRANCISCO: Comenzó su misión de paz para terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania

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El enviado de Francisco, el cardenal italiano Matteo Zuppi, llegó a Kiev para mediar e intentar detener la guerra entre Rusia y Ucrania. Estará hoy y mañana. Desde el Kremlin descartan un encuentro con Putin.

Entró en acción la “misión de paz” diseñada por el papa Francisco para tratar de aliviar las tensiones en el conflicto ruso-ucraniano.

Desde ayer había fuertes rumores en los círculos vaticanos sobre el inicio de la misión, pero se mantuvo la máxima discreción y comprensible reserva dada la delicadeza de la iniciativa fuertemente deseada por el Papa.

De hecho, la confirmación oficial llegó esta mañana con un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede donde se anunció que el cardenal italiano Matteo Zuppi, a quien Francisco ha confiado la importante iniciativa, estará hoy y mañana en Kiev.

El objetivo anunciado de la visita es “escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre los posibles caminos para alcanzar una paz justa y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones”, se explicaba en la nota.

Aunque se mira con escepticismo la llegada del enviado vaticano a Kiev, en una misión que muchos la ven complicada a 468 días del inicio de la invasión rusa a Ucrania, el riesgo de que este conflicto a gran escala se vaya de las manos está siempre latente.

“Crear una atmósfera distinta”: es esta la misión difícil pero no imposible que ha emprendido Bergoglio en busca de poner fin a una guerra en las puertas de Europa que se proyecta larga y desgastante. Además por la fuerte contraposición dialéctica entre los actores del conflicto que parece interminable, y que se mueve cada vez más con incursiones militares que sobrepasan las fronteras, el Papa trabaja desde hace meses solicitando la paz a través de la diplomacia y el diálogo.

Encuentro que –de producirse- estará condicionado por los diez puntos que el Primer mandatario de Ucrania ya el 13 de mayo, en su visita a la Santa Sede, le elevó al Pontífice abriendo sobre la mesa de la reunión un cuaderno que llevaba consigo y que tanto “irritó” a la diplomacia vaticana.

Es que no cayó bien el rechazo de Zelensky a la mediación del Papa en busca de paz, las declaraciones de Francisco “seguiremos destruyendo toda esperanza con el envío de armas” no agradan al presidente ucraniano.

Además, las palabras muy elocuentes que confirman la voluntad de Bergoglio de seguir su camino de poner fin a la guerra, a pesar del claro cierre de puerta de Zelensky a cualquier posible mediación, no sólo del Vaticano, sino con Rusia, son opuestas al apoyo que el presidente de Ucrania pide continuamente a la Unión Europea de envío de armas y de ayuda económica.

Mientras tanto, desde Moscú, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, comunicó hoy a través de la agencia de noticias oficial Tass, que Putin no tenía por el momento en su agenda ningún encuentro con el cardenal Zuppi, declaración que pone una barrera a la misión de la Santa Sede con el presidente ruso, aunque se espera que se produzca en una etapa más avanzada de la misión.

El elegido para la misión

Ya a fines del mes pasado el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, había confirmado que el cardenal Matteo Zuppi, de 67 años y presidente de la CEI -Conferencia Episcopal Italiana- era el delegado que el Papa había elegido para mediar y tratar de encontrar un canal de diálogo no sólo en la capital ucraniana sino también en Moscú.

Zuppi no fue elegido al azar por Francisco sino que cuenta con una larga experiencia en este campo con importantes resultados obtenidos, por ejemplo en Mozambique en nombre de la Comunidad de Sant’Egidio.

Sin embargo, el viaje de Zuppi se inscribe en el ámbito específico de la misión anunciada por la Santa Sede que pretende explícitamente crear las condiciones para una ralentización de las tensiones y un signo de la cercanía del Pontífice al sufrimiento del pueblo ucraniano.

No hay demasiados detalles sobre el carácter de la “visita reservada” que el presidente de la CEI realizará estos dos días en Kiev y no se sabe con certeza con quién se reunirá, pero cuenta con el apoyo del nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Visvaldas Kulbokas.

Diplomacia a pleno: de Lula a Orban

Pero no existe sólo esta misión. El Papa también se mueve para buscar soluciones en el camino de la paz con otros gobernantes. En particular, se habla de un posible diálogo con el presidente Lula Da Silva. Ambos deberían encontrarse en el Vaticano el próximo 21 de junio para una reunión que tendría en agenda la paz en Ucrania.

Lula ya usó palabras claras sobre la cuestión ucraniana, invitando a Estados Unidos a no «fomentar la guerra» y pidió la constitución de un grupo de países capaces de mediar entre las dos partes en conflicto, al tiempo que descartó, por el momento, su visita a Moscú.

Previamente, el Papa también había hablado con el presidente húngaro, Viktor Orban, tanto en el Vaticano como durante su visita apostólica a Hungría.

Tanto Lula como Orban tienen posiciones alejadas de la línea imperante en Europa. En este sentido Francisco denunció en reiteradas oportunidades el negocio del comercio que existe detrás de la guerra, además de dejar en claro que “con las armas nunca se logrará la seguridad y la estabilidad, sino que, por el contrario, se seguirá destruyendo incluso cualquier esperanza de paz”. (ambito.com)