Se trata de Armando Guibert, mano derecha de Nicolás Posse, y la militante libertaria Geraldine Calvella, de 23 años. Ambos se vieron envueltos en sendas polémicas a poco de asumir.
El secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert, y la militante libertaria Geraldine Calvella designada en el Renaper, se sumaron a la lista de funcionarios que abandonaron su cargo en los primeros meses de gestión del presidente Javier Milei. Ambos presentaron la renuncia luego de haber quedado envueltos en sendas polémicas.
Guibert, secretario de Transformación del Estado y Función Pública, le comunicó este lunes al mandatario su dimisión formal, a penas semanas después de haber sido sindicado como quien permitió la firma del decreto de aumento de salaria del 45% del presidente Javier Milei, la vicepresidenta, ministros y secretarios. El ingeniero industrial de 75 años tenía un vínculo estrecho con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y con Federico Sturzenegger, quien está a cargo la Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía.
Su salida se produjo pocos día antes de que el Gobierno deba resolver que hacer con los contratos de una cantidad de empleados públicos a los que se les había prorrogado sus contratos en diciembre por tres meses. El ahora ex funcionario estaba encomendado a licuar parcialmente los ingresos de la dotación estatal y a planificar los despidos o la no renovación de los contratos de estos mismos.
«Por medio de la presente, me dirijo a usted a fin de comunicarle mi renuncia indeclinable, por motivos estrictamente personales, al cargo de Secretario de Transformación del Estado y Función Pública a partir del día de la fecha», señaló Guibert en su texto. Y agregó: «Con la satisfacción del deber cumplido y de haber servido a la Patria desde el lugar con el que me honró, lo saludo a Usted con mi más distinguida consideración».
Guibert había asumido su cargo en diciembre pasado y en febrero fue también nombrado, ad honorem, como uno de los directores del Banco Nación.
A principio de mes había quedado envuelto en la polémica por las subas del 48% en los sueldos del Presidente, la vicepresidenta, los ministros y secretarios de Estado del gobierno libertario, por la cual Milei al final desplazó sólo al secretario de Trabajo, Omar Yasin. De la negociación con los gremios estatales, de donde surgió el porcentaje de aumento después aplicado al Poder Ejecutivo, participaron con el rol de empleadores Guibert, en representación de la Jefatura de Gabinete, y Carlos Guberman, por el Ministerio de Economía.
Cabe destacar que el presidente Javier Milei brindó un firme respaldo a Guibert hasta su salida, mencionando que este ingeniero estuvo a cargo de la reforma del Estado durante el Gobierno de Carlos Menem.
La renuncia de Armando Guibert.
Calvella, designada al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas (Renaper), también tomó la decisión de renunciar a su cargo a raíz del revuelo generado por su designación en un cargo directivo a la corta edad de 23 años y sin la experiencia necesaria.
Según pudo saber Noticias Argentinas, Calvella tomó la decisión por el gran revuelo que generó su arribo al Renaper en redes sociales. Su sueldo millonario y sus 23 años, casi sin experiencia laboral, motorizaron una serie de fuerte criticas por su designación.
La joven es oriunda del partido bonaerense de Saladillo y su única experiencia laboral es haber sido «asesor político» en la Cámara de Diputados, según su perfil en la red social Linkedin. Además, allí también precisó que estudió dos años Medicina en la Universidad Maimónides y luego dejó la carrera para comenzar en diciembre pasado a cursar Derecho en la Universidad Siglo 21.
Según trascendió en redes sociales, fue designada al frente de una Dirección en el RENAPER el 15 de enero, con un sueldo bruto de 2.732.002,60 pesos: una imagen de su recibo de sueldo se viralizó, para desatar la polémica y los cuestionamientos al presidente Javier Milei por el nombramiento de militantes en la estructura gubernamental.
Los furiosos usuarios de X, la red social antes conocida como Twitter, apuntaron contra el jefe de Estado y criticaron que públicamente se queja de que se haya utilizado al Estado como «búnker» de militantes. Ante la viralización del nombramiento, Calvella puso en modo privado sus redes sociales para no recibir críticas. (ambito.com)