“TODA LA VENTA DE MANDIOCA FUE UN FRACASO, LA REGALAMOS”, afirmó un productor de Siete Palmas.

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Calixto Fretes cuestionó al gobierno provincial por la falta de políticas destinadas a incentivar la producción agrícola.

El productor agrícola Calixto Fretes, con más de 25 años en la actividad, afirmó a La Mañana en Vivo que “toda la venta de mandioca fue un fracaso” en la primera temporada del año, relacionando el resultado al bajo rinde de la cosecha por la sequía y la caída del precio para la comercialización por bolsa de $ 3.500 a $ 2.000.

“Estamos cerrando la primera etapa de producción y comercialización. Se vendió casi todo para hacer lugar a la nueva plantación, pero tuvimos que regalar la mandioca porque fue un fracaso este año. En el 2023 vendimos la bolsa a $ 3500 cual el pan estaba a  $ 200. La relación precio y costo nos desfavoreció muchísimo”, describió.

A su vez Fretes mencionó que “para sacar la mandioca de la chacra y embalarla cada persona cobra alrededor de 500 a 600 pesos, que se restan al valor de los $ 2000 de la venta por bolsa, quedando un margen muy pequeño de ganancia o prácticamente, se pierde dinero en comparación a los gastos destinados a la producción previa”.

“Aparte de esto, ahora se le sumaron los impuestos aplicados de Rentas, que nos perjudican mucho en relación a los porcentajes”, agregó.

Según el producto, parte del fracaso también está asociado a la falta de políticas del gobierno provincial destinadas al sector como incentivo a las familias campesinas de la zona norte, principalmente afectadas en sus siembras por la sequía y las heladas tardías del año pasado.

“El gobierno se jacta de ayudar al campo y es mentira. El crédito o los subsidios al sector no llegan para los productores independientes que no queremos meternos en la política. Fui productor bananero por muchos años y llegué a tener 30 hectáreas sembradas. Dos años seguidos se me quemaron las plantas y cuando el Estado aprobó la ayuda, esa asistencia llegó 4 meses después y no sirvió de nada.

Tuve que dejar la banana por la baja rentabilidad y achicarme en la producción con la mandioca, que también me fue mal. De tener un tractor para el trabajo, solo me quedó un caballo para cultivar. Es un retroceso muy grande, casi que ya no quedan ganas para seguir”, dijo. (LA MAÑANA)